Un trágico incidente ocurrido en Seversk, Siberia, ha conmocionado a la comunidad, luego de que un perro salchicha matara a un bebé de tan solo un mes de edad mientras dormía en su cuna.
A pesar de ser una mascota de la familia durante ocho años, el animal mostró un comportamiento agresivo y celoso tras el nacimiento del niño, lo que llevó a una fatal agresión.
Aunque los detalles exactos del ataque aún no se han esclarecido, se sabe que el perro, que antes era considerado tranquilo, atacó al bebé causándole múltiples mordeduras.
La familia, preocupada por el cambio de actitud del animal, había consultado con veterinarios ante las señales de agresividad del perro, que comenzó a mostrar nerviosismo y ansiedad después de la llegada del bebé.
La familia optó por llevar al perro a varias clínicas veterinarias en busca de una solución, pero los especialistas se negaron a practicarle la eutanasia, ya que el animal estaba en perfecto estado físico.
Preocupado por el bienestar de su hijo, el padre ataba al perro por la noche, pero el 10 de marzo se olvidó de hacerlo.
Esa misma madrugada, el perro atacó al niño mientras dormía. El cuerpo del bebé fue encontrado por la madre, sin signos vitales y con múltiples mordeduras.
Un miembro de la familia declaró a los medios locales que la madre se siente responsable por lo ocurrido.
Según su testimonio, el perro salchicha comenzó a volverse más agresivo hacia los adultos de la familia después del nacimiento del bebé.
Especialmente debido a los celos, y la situación empeoró en febrero, cuando nació el segundo hijo.
Finalmente, tras este trágico suceso, el perro fue sacrificado.
La importancia de la educación canina para prevenir agresiones
Expertos en comportamiento animal coinciden en que una correcta socialización de los perros desde cachorros es fundamental para prevenir problemas de agresividad en el futuro.
«Los perros pueden volverse peligrosos por diversas razones, pero la mayoría de las veces los humanos son los principales responsables», aseguran los especialistas.
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Para prevenir situaciones similares, es esencial que los cachorros socialicen adecuadamente entre las 4 y las 16 semanas de vida.
Lo que les permite acostumbrarse a los estímulos de su entorno.
El establecimiento de límites en esta etapa es clave para evitar que el animal desarrolle problemas de conducta al crecer.
Si un perro muestra comportamientos agresivos, los expertos recomiendan acudir a un veterinario y, si es necesario, consultar con un etólogo especializado en conducta animal.
En muchos casos, los problemas de agresividad pueden manejarse con el tratamiento adecuado.
Es importante que los dueños de perros agresivos reconozcan el comportamiento y busquen ayuda profesional.
Esto, para corregirlo antes de que el animal se convierta en un riesgo para la familia.