Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que refuerza la presencia militar en un extenso tramo de la frontera sur con México, reactivando medidas de su primer mandato en un intento por frenar la migración irregular.
La directriz, firmada el viernes por la noche, establece el despliegue del Ejército en más de 1.000 kilómetros de territorio fronterizo, en un área conocida como la Reserva Roosevelt, que abarca partes de los estados de California, Nuevo México y Arizona.
Según el documento divulgado por la Casa Blanca, el objetivo es declarar esta franja de tierra como jurisdicción militar temporal, lo que permitiría tratar cualquier ingreso irregular como una intrusión a una base castrense.
“Nuestra frontera sur está siendo atacada por diversas amenazas», indica el memorándum. “La situación exige un rol más activo de nuestras Fuerzas Armadas”.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, fue instruido para realizar una evaluación de 45 días sobre las condiciones en la zona, previo a la implementación de medidas adicionales.

Construcción de un muro
Durante su primer mandato, Trump ya había impulsado la construcción de un muro a lo largo de los 1.107 kilómetros de la Reserva Roosevelt.
Lo que permitió la instalación de sistemas de vigilancia, vallas, y carreteras.
Ahora, el expresidente republicano planea retomar y ampliar esos trabajos, con nuevos equipos de detección y control fronterizo.
La decisión ha generado fuertes cuestionamientos. Expertos legales advierten que la orden podría contravenir la ley Posse Comitatus.
Misma, que prohíbe el uso del Ejército para funciones de orden interno, tarea que recae en autoridades civiles.
La ofensiva forma parte de la nueva estrategia antimigratoria de Trump desde su regreso a la Casa Blanca el pasado 20 de enero.

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En ella, ha priorizado la persecución de migrantes indocumentados, especialmente aquellos con antecedentes criminales o sospechosos de vínculos con organizaciones narcoterroristas.
Asimismo, ha acusado a México de permitir el tráfico de drogas como el fentanilo, lo que lo llevó a declarar una emergencia nacional.
De esa forma, aumentar los fondos destinados al control fronterizo, incluyendo el despliegue de más elementos de la Guardia Nacional.
Según cifras del gobierno, estas medidas ya habrían tenido un impacto: la migración irregular cayó a 7.200 casos en marzo, una reducción drástica frente a los 189.000 registrados en el mismo mes del año anterior.