A pocos días de terminar el año, muchas cosas invaden nuestra mente, objetivos alcanzados, otros inconclusos, ¡en fin! Toda una lista de asuntos que invitan a la reflexión.
Ya en la atmósfera se sienten aires decembrinos y para allá vamos, hacia el último mes del año donde las luces, decoraciones y ambiente festivo absorben nuestra atención. Y la verdad es que la temporada navideña es maravillosa y llena los corazones de alegría, amor, fe y esperanza.
Sin embargo, es oportuno aprovechar el momento para revisar los planes, las metas y objetivos del 2023, si es que fueron definidos y alcanzados; caso contrario, es hora de trazar las metas para el 2024 que está a la vuelta de la esquina.
Como dice el viejo y conocido dicho: “Cuando no sabes dónde navegas, ningún viento es favorable”, así que para navegar con una ruta definida durante el 2024, es necesario trazar el rumbo que nos llevará al cumplimiento de las metas.
Y es que, en el mundo empresarial, se elaboran planes, presupuestos y estrategias para el periodo siguiente y es lógico pensar porqué lo hacen, para que todas las actividades tengan un norte fijo y todos los esfuerzos se orienten hacia el mismo lugar. Entonces, por qué no comenzar con un plan de metas personales que nos orienten y conduzcan durante todo el próximo año a la consecución de logros que se traduzcan en desarrollo personal, espiritual y material, lo que seguramente nos traerá dicha y satisfacción.
¿Como comenzar? Es sencillo, únicamente debemos escribir que cosas nos gustaría lograr en el ámbito personal, intelectual, espiritual y material, colocando cosas realistas y alcanzables de acuerdo con nuestro contexto. Luego podemos agregar una columna de recursos requeridos y entonces sabremos todo lo que necesitaremos conseguir para lograr lo propuesto, el formato es libre y puedes adaptarlo a tu conveniencia, ¡lo importante es comenzar!
De manera que el año nuevo no nos sorprenda como un barco sin rumbo, al que los fuertes vientos azotarány llevarán a cualquier lugar. Empecemos con pie derecho, con convicciones firmes y metas trazadas para que los obstáculos y adversidades no nos detengan o desvíen, sino más bien sean el combustible que nos impulse a continuar avanzando para lograr lo que nos propusimos alcanzar.