Farándula. El reconocido magnate de la música, Sean ‘Diddy’ Combs, ha sido acusado formalmente de tráfico sexual y crimen organizado, según información revelada por la agencia Associated Press.
Las autoridades federales han presentado cargos que lo vinculan con un entramado de abuso y violencia sexual que, presuntamente, se extendió por más de una década.
De acuerdo con la acusación, los hechos se remontan al año 2008, cuando Combs habría utilizado su poder e influencia para agredir, amenazar y coaccionar a mujeres con el fin de satisfacer sus deseos sexuales y proteger su imagen pública.
Según los documentos judiciales, organizaba eventos denominados “Freak Offs”, en los cuales mujeres y trabajadores sexuales eran forzados a participar en encuentros sexuales de larga duración.
La acusación también menciona indirectamente un incidente ocurrido con su expareja, la cantante de R&B Cassie.
Agredida físicamente por el artista en un ataque que quedó registrado en video y se hizo público en mayo de este año.
En ese sentido, autoridades arrestaron a Combs, de 54 años el lunes por la noche en Manhattan.
Apenas seis meses después de que las autoridades allanaran sus propiedades en Los Ángeles y Miami, como parte de una investigación relacionada con tráfico sexual.
Se espera que el martes Sean ‘Diddy’ Combs comparezca ante el tribunal para responder a los cargos.
El abogado de Combs, Marc Agnifilo, declaró que su cliente se declarará no culpable y que se defenderá enérgicamente.
“Está tranquilo y confiado”, comentó el letrado, en referencia al rapero, quien en los últimos meses ha estado bajo el escrutinio público por diversos escándalos.
Cargos
Entre los cargos que enfrenta, se le acusa de liderar una organización criminal dedicada no solo al tráfico sexual, sino también a actividades ilícitas.
Estos, como trabajo forzado, prostitución interestatal, narcotráfico, secuestro, soborno y obstrucción a la justicia.
El documento judicial asegura que Combs no actuaba solo, sino que contaba con la ayuda de su equipo personal, incluidos asistentes, guardaespaldas y empleados domésticos, quienes le habrían ayudado a ocultar los abusos.
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También se señala que utilizaba su poder para atraer a mujeres bajo la promesa de relaciones sentimentales.
Consecuentemente, las forzaba a participar en actos sexuales con otros individuos.
Durante los allanamientos a sus propiedades, las autoridades confiscaron armas de fuego, drogas y una gran cantidad de lubricantes.
Además, según la acusación, Combs grababa en secreto a sus víctimas durante los actos sexuales y usaba esas grabaciones para mantenerlas en silencio y bajo control.