Un brutal crimen ha sacudido a la comunidad de Comayagua, Honduras, tras el asesinato del reconocido ambientalista Juan Silva y su hijo Antonio.
Ambos fueron encontrados sin vida en el sector de Cerro La Cruz, en Las Botijas, Villa de San Antonio, luego de haber salido a documentar actividades de tala ilegal en la zona.
Juan Silva, de 70 años, era un defensor incansable de los bosques y colaboraba estrechamente con el Instituto de Conservación Forestal (ICF).
El pasado miércoles 26 de febrero, Silva y su hijo Antonio, de 20 años, se dirigieron al Cerro La Cruz en motocicleta para cumplir con un encargo del ICF: tomar fotografías y recopilar evidencias de personas que estaban talando árboles ilegalmente.
Según relató Juan Pablo Sierra, amigo cercano de Silva, el ambientalista cuidaba las tierras del ICF, herencia de la familia Carías, y se dedicaba a protegerlas de la tala y la invasión.
«Él vino ayer a las 6 de la mañana a hacer un trabajo que el ICF no pudo hacer. Le pidieron que sacara fotos y evidencias de la gente que estaba talando árboles», afirmó Sierra.
ICF comunicado
Silva no era empleado del ICF, sino un colaborador que había dedicado más de 20 años a la defensa de los bosques en la región.
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— ICF (@ICFHonduras) February 28, 2025
Lamentablemente, su compromiso con la protección del medio ambiente le costó la vida. Tanto él como su hijo fueron asesinados de manera atroz y sus cuerpos fueron encontrados desmembrados.
«Este es un crimen ambiental; condenamos estas acciones, ya que fueron desmembrados con la misma motosierra que los taladores de árboles usaban para sacar madera de esta zona protegida», denunció Sierra.
En el lugar del crimen, las autoridades encontraron varios leños talados, lo que confirma la actividad ilegal en la zona. Sin embargo, no se encontraron personas sospechosas en los alrededores.