El Gobierno de Nicaragua retiró este viernes el nombramiento de su embajadora en Honduras, Iris Audelly Acuña Huete, en señal de protesta por la declaración final de la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada esta semana en Tegucigalpa.
Managua, al igual que Argentina y Paraguay, denunció que el texto fue aprobado sin el consenso necesario entre los 33 países miembros del bloque.
Según lo publicado en el diario oficial La Gaceta, la decisión fue tomada por la Presidencia nicaragüense, encabezada por Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes oficializaron también la remoción de Walter Antonio Meza Zambrana como cónsul general en Honduras.
Ambos ceses entraron en vigor el mismo 9 de abril, fecha en la que se celebró la cumbre, a la que los copresidentes de Nicaragua no asistieron.
Durante el encuentro, el canciller nicaragüense Valdrack Jaentschke, delegado por su país, ya había manifestado su inconformidad con el contenido de la declaración final.
En su opinión, el texto omitió temas clave como las consecuencias de las políticas arancelarias de Estados Unidos, la crisis migratoria en la región y las demandas históricas del Caribe en materia de reparaciones por el colonialismo y la esclavitud.
Crisis diplomática deja cumbre de la Celac en Honduras
El Gobierno de Honduras, que ostentó la presidencia pro témpore de la Celac hasta esta cumbre, defendió la aprobación del documento alegando que se había alcanzado un “consenso suficiente”, aunque solo 30 de los 33 miembros lo respaldaron.
Esta interpretación fue duramente criticada por Managua, que calificó el proceso como poco transparente y carente de respeto hacia los principios fundacionales del bloque.
Nicaragua también expresó su desacuerdo con lo que consideró una “dilución” de los temas centrales debatidos por muchas delegaciones pero excluidos del documento final.
En un comunicado, acusó a “unos cuantos países” de actuar con el propósito de reducir el alcance histórico y político de la Celac, dejando fuera temas sensibles para la región.
La ruptura diplomática representa un revés en las relaciones bilaterales entre Managua y Tegucigalpa.
La embajadora Acuña Huete había sido designada en septiembre de 2023 y su presencia en Honduras había sido recibida con buenas expectativas por parte del Gobierno de Xiomara Castro.
Ahora, la decisión nicaragüense marca un nuevo capítulo de tensiones dentro del bloque regional.