Washington.- En un sorpresivo giro político, siete senadores republicanos, entre ellos el exlíder de la bancada en el Senado Mitch McConnell, se unieron a legisladores de la oposición para respaldar un proyecto de ley que busca restringir la capacidad del presidente Donald Trump de imponer aranceles de forma unilateral.
La propuesta, conocida como la “Ley de Revisión Comercial”, establece que el presidente deberá obtener aprobación del Congreso antes de imponer cualquier nuevo arancel, los cuales, además, tendrían una duración inicial máxima de dos meses, salvo que el Congreso apruebe su extensión.
El proyecto también permitiría al Legislativo revocar cualquier gravamen impuesto antes del plazo de 60 días, si hay consenso en ambas cámaras.
La medida representa una clara señal de incomodidad dentro del propio Partido Republicano con la política comercial agresiva de Trump, quien recientemente anunció aranceles globales del 10% —en vigor desde el sábado pasado—, además de gravámenes superiores que entrarán en vigor el 9 de abril para países como China y miembros de la Unión Europea.
La Casa Blanca reaccionó rápidamente, asegurando que vetará el proyecto en caso de ser aprobado.
En un comunicado oficial, el Ejecutivo señaló que la iniciativa “limita duramente los poderes presidenciales para delimitar la política exterior y proteger la seguridad nacional”.
Mientras tanto, en la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, se prevé la presentación de una propuesta similar impulsada por el congresista Don Bacon, que también busca dar al Congreso capacidad para bloquear aranceles impuestos por el Ejecutivo.
Según el medio digital Axios, esta nueva ofensiva legislativa refleja una creciente preocupación bipartidista ante el uso extensivo del poder arancelario por parte del presidente.
No obstante, las probabilidades de que estas propuestas se conviertan en ley dependen de si más republicanos están dispuestos a romper filas con el mandatario.
Para superar un veto presidencial, se requiere el respaldo de dos tercios de los votos tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, un escenario que hasta ahora luce incierto.
A pesar de las críticas, Trump defendió este lunes su estrategia y aseguró que habrá “acuerdos justos” con los países que están en negociaciones, aunque descartó suspender la implementación de los aranceles mientras continúan los diálogos diplomáticos.
El debate promete intensificarse en los próximos días, marcando un nuevo capítulo de tensión entre el Congreso y la Casa Blanca sobre el rumbo de la política comercial estadounidense.
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