La revista especializada Insight Crime escribió un reportaje donde culpa al «rey del porno» canadiense de saquear más de 3,500 mil piezas arqueologicas de Honduras, mismas que fueron recuperadas.
Estas piezas fueron aseguradas por autoridades locales en la casa de este magnante inmobiliario canadiende en Trujillo.
Randy Roy Jorgensen es acusado de lavado de dinero, fraude y usurpación de tierras en Honduras.
Jorgensen es un promotor inmobiliario canadiense que compró franjas de la costa hondureña en una serie de dudosos negocios inmobiliarios a partir de 2007.
Randy Roy fue el anterior dueño de Adults Only Video, una multimillonaria cadena de videos pornográficos que le otorgó el apodo de Rey del Porno.
Jorgensen utilizó sus ganancias para comprar, subdividir y vender terrenos en la costa hondureña, promocionándolos como lotes para jubilados canadienses.
Las urbanizaciones se encontraban exclusivamente en tierras reclamadas por la población indígena garífuna de Honduras, quienes poseen títulos ancestrales sobre esos territorios.
Los grupos garífunas han presentado denuncias legales por usurpación contra los proyectos de Jorgensen durante años, pero las autoridades hondureñas las ignoraron.
La Fiscalía General de Honduras incautó 233 propiedades de Jorgensen en abril de 2024, incluida la casa donde se encontraron los artefactos, después de recibir denuncias de inversionistas canadienses.
En un comunicado, el ente investigador acusó a Jorgensen de lavado de dinero y de estafar a los canadienses, pero proporcionó pocos detalles adicionales.
Los precios a los que Jorgensen compraba y vendía propiedades también fueron reportados de manera incorrecta en las declaraciones públicas, señaló la Fiscalía.
Los artefactos en el centro de la última polémica de Jorgensen fueron descubiertos por miembros de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), una organización sin ánimo de lucro que representa a la población indígena garífuna.
Los arqueólogos que trabajan con la OFRANEH identificaron 3.511 objetos en 12 días, incluidos collares, máscaras y tres balas de cañón coloniales.
Según la OFRANEH, muchos de los objetos estaban hechos de jade y parecían haber sido saqueados de tumbas sagradas.
El hallazgo es uno de los más grandes de los últimos años en Honduras e incluía objetos de varias culturas indígenas y precolombinas.
Con información de Insight Crime