Las placas tectónicas están en constante movimiento, pero algunas tienen una mayor actividad sísmica y volcánica que otras.
Los terremotos y la actividad sísmica siguen siendo una de las grandes preocupaciones a nivel mundial.
A pesar de los avances en tecnología y los esfuerzos por mejorar los sistemas de alerta temprana, estos fenómenos naturales continúan siendo impredecibles en muchos casos.
Conocer cuáles son los países con mayor riesgo sísmico es crucial para quienes buscan informarse sobre destinos más seguros o, por el contrario, para aquellos interesados en estudiar estos fenómenos.
Los países con mayor actividad sísmica
En los últimos años, los siguientes países han experimentado un alto número de terremotos debido al constante movimiento de las placas tectónicas:
EE.UU. de América, México, Guatemala, Costa Rica, Perú, Ecuador, Chile, Vanuatu, Tonga, Tuvalu, Papúa Nueva Guinea, Indonesia, Taiwán, India. Japón, China, Rusia, Islandia, Nueva Zelanda, Italia
Estos países están ubicados en regiones de alta actividad tectónica, muchas de ellas dentro del llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una de las zonas más propensas a terremotos y erupciones volcánicas en el mundo.
El Anillo de Fuego del Pacífico
El Anillo de Fuego del Pacífico es una región que bordea el océano Pacífico y concentra la mayor cantidad de actividad sísmica y volcánica del planeta. Esta zona abarca países de Oceanía, Asia y América, entre ellos:
Oceanía: Nueva Zelanda, Tonga, Tuvalu, Samoa, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón.
Asia: Brunéi, Singapur, Malasia, Indonesia, Timor Oriental, Filipinas, Taiwán, Japón, Rusia.
América: Islas Aleutianas (Alaska), Canadá, EE.UU., México, Honduras, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Argentina, Chile.
Este cinturón sísmico es responsable del 90% de los terremotos en el mundo y está compuesto por varias placas tectónicas en constante movimiento.
Además de terremotos, esta actividad tectónica también genera erupciones volcánicas frecuentes.
Cómo se miden los terremotos: la escala de Richter
La actividad sísmica se mide con la escala sismográfica de Richter, que determina la magnitud de los terremotos según la energía liberada. Su clasificación es la siguiente:
Menos de 2,0: Microsismos imperceptibles (ocurren aproximadamente 8.000 veces al día en el mundo).
2,0 a 3,9: Sismos menores, perceptibles en algunas ocasiones pero sin daños significativos.
4,0 a 4,9: Sismos ligeros, pueden mover objetos pero rara vez causan daños estructurales.
5,0 a 5,9: Sismos moderados, pueden afectar edificios antiguos o en mal estado.
6,0 a 6,9: Sismos fuertes, pueden destruir estructuras en un radio de hasta 160 km.
7,0 a 7,9: Sismos mayores, afectan zonas más extensas y pueden ser devastadores.
8,0 a 9,9: Sismos grandes, con daños severos en miles de kilómetros.
10,0 o más: Nivel apocalíptico, nunca registrado en la historia.
La mayoría de los terremotos en el Anillo de Fuego se sitúan entre las magnitudes 6,0 y 9,0, lo que los hace altamente destructivos.
La actividad tectónica del Anillo de Fuego del Pacífico convierte a esta región en una de las más peligrosas del mundo, tanto en términos de terremotos como de erupciones volcánicas.