Cada 31 de diciembre, mientras el mundo espera con ansias la llegada del Año Nuevo, hay países que tienen el privilegio de ser los primeros en recibirlo, mientras que otros deben esperar hasta ser los últimos en despedir el año.
Este fenómeno está directamente relacionado con las zonas horarias del planeta y ofrece una curiosa perspectiva sobre cómo celebramos el tiempo alrededor del mundo.
El primer país en recibir el Año Nuevo
El honor de ser el primer territorio en dar la bienvenida al Año Nuevo lo tiene la pequeña isla de Kiritimati, también conocida como Isla de Navidad, que pertenece a la nación insular de Kiribati en el Océano Pacífico.
Situada en la línea internacional de cambio de fecha, Kiritimati se adelanta al resto del mundo con una diferencia horaria de +14 horas respecto al Tiempo Universal Coordinado (UTC).
Esta ubicación privilegiada convierte a Kiribati en el epicentro de las primeras celebraciones del Año Nuevo, donde las festividades incluyen tradiciones locales, bailes culturales y ceremonias religiosas.
A menudo, la isla atrae la atención de viajeros curiosos que desean experimentar el inicio del año antes que nadie.
El último lugar en despedir el año
En el otro extremo del globo, las últimas campanadas del año se escuchan en las Islas Baker y Howland, pequeños atolones deshabitados también ubicados en el Océano Pacífico y administrados por Estados Unidos.
Estas islas están 12 horas detrás del UTC, lo que las coloca al final de la línea internacional de cambio de fecha.
Aunque estas islas no tienen población permanente ni grandes celebraciones, representan el último rincón del mundo donde el año viejo permanece por unas horas más.
Curiosidades sobre la celebración del Año Nuevo alrededor del mundo
- La línea internacional de cambio de fecha se ajustó en 1995 para incluir a Kiribati en el primer huso horario del mundo.
Este cambio buscó alinear todas las islas del país bajo la misma fecha y, de paso, otorgarle este título honorífico.
- Mientras que algunas naciones celebran con fuegos artificiales y conciertos multitudinarios, en otros lugares las festividades se enfocan en tradiciones religiosas o familiares.
- Gracias a la globalización y la tecnología, las celebraciones del Año Nuevo se transmiten en vivo, permitiendo que las personas de todo el mundo sigan la llegada del nuevo año desde Kiritimati hasta las Islas Baker.
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La magia de un mundo interconectado
Este contraste entre el primer y último lugar en recibir el Año Nuevo es un recordatorio de cómo las diferentes zonas horarias nos conectan y, al mismo tiempo, resaltan la diversidad de nuestras celebraciones.
Aunque el tiempo avance de manera distinta según el lugar donde estemos, el espíritu de esperanza y renovación que trae consigo el Año Nuevo nos une como humanidad.