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domingo, junio 30, 2024

Política versus innovación en Honduras

En nuestro país todos los días escuchamos amplios e intensos debates sobre la economía, unos defendiendo sus avances mientras otros tratan de pintar el cuadro más obscuro y negativo posible; ambos bandos difundiendo sus propios cálculos matemáticos y estadísticos. Lastimosamente esas profundas divisiones teóricas nos distraen de reconocer los elementos que sirven para alcanzar una comprensión profunda de los procesos económicos y sociales, disminuyendo nuestras posibilidades de crear ecosistemas adecuados para el desarrollo. Este fenómeno está exacerbado por decisiones políticas que, lejos de fomentar el desarrollo empresarial, a menudo lo obstaculizan.

La economía, en su esencia, debería ser entendida como un proceso dinámico y continuo de descubrimiento; uno que no solo identifica quién es el consumidor, sino, más crucialmente, quién es el empresario y cuál es su rol en la creación de mercados. Ejemplos de cómo los empresarios pueden forjar enormes transformaciones los encontramos en empresas como Netflix y Tesla que, mediante la innovación y la creación de nuevos mercados, lograron éxitos sin precedentes.

Netflix, por ejemplo, comenzó como un servicio de alquiler de DVD por correo y evolucionó hasta convertirse en la plataforma líder de streaming a nivel mundial. Este cambio no solo creó un nuevo mercado, sino que también transformó la manera en que consumimos entretenimiento. Los fundadores de Netflix entendieron que la clave no estaba simplemente en distribuir películas, sino en ofrecer una experiencia de usuario mejorada y una vasta biblioteca de contenido accesible en cualquier momento y lugar.

Otro ejemplo notable es Tesla, una empresa que no solo produce automóviles eléctricos, sino que ha revolucionado la industria automotriz y la percepción del transporte sostenible. Elon Musk ha demostrado que el verdadero avance empresarial no radica solo en seguir las tendencias del mercado, sino en crearlas. La innovación en tecnología de baterías, el desarrollo de vehículos autónomos y la integración de energías renovables son factores que han posicionado a Tesla como un líder en su sector.

Estos logros no se pueden predecir simplemente con modelos económicos, son el resultado de un proceso de descubrimiento y adaptación continua. Existen otros ejemplos como Airbnb, Amazon y Facebook, que iniciaron con pequeños nichos de mercado para convertirse en gigantes de sus industrias. Este tipo de visión y adaptación constante es lo que define el verdadero espíritu empresarial, algo que las ecuaciones matemáticas y las predicciones estadísticas no pueden captar en su totalidad. Ayudó que estas empresas nacieron en un entorno que no les recargó con obstáculos administrativos o regulatorios.

Sin embargo, en Honduras los empresarios enfrentan desafíos adicionales debido a decisiones políticas que muchas veces son contraproducentes. La regulación excesiva e inestable, la ineficiencia administrativa, la falta de infraestructura adecuada, y la inestabilidad política son solo algunos de los obstáculos que afrontan a diario. Muchas políticas públicas, a menudo basadas en modelos económicos simplificados y malinterpretados, ignoran la complejidad del entorno empresarial y terminan perjudicando más de lo que ayudan.

Otro problema radica en la formación de algunos economistas (especialmente funcionarios públicos) que, aunque expertos en resolver ecuaciones, a menudo carecen de una comprensión profunda de los mercados reales y creen que las leyes de la oferta y la demanda son suficientes para entender los mercados. Esa visión simplista no considera la verdadera dinámica de la economía y les impide una visión amplia para tomar decisiones que favorezcan su crecimiento.

Constantemente se nos presentan políticas económicas que intentan imponer soluciones simplistas a problemas complejos. Los decretos y regulaciones que se implementan sin una comprensión profunda de los mercados y las dinámicas empresariales a menudo resultan en un entorno empresarial sofocante y poco propicio para la innovación. Por ello es fundamental que todos reconozcamos que la realidad económica es inmensamente compleja y requiere una comprensión holística que va más allá de los modelos matemáticos.

El camino hacia un entorno empresarial más próspero en Honduras pasa por la comprensión profunda de los mercados y de los procesos empresariales, con una administración pública que facilite las inversiones, fomentando un ambiente en el que los empresarios tengan libertad de innovar, crecer y contribuir al desarrollo económico del país. Es hora de adoptar una visión más pragmática de la economía. Las políticas públicas deben sustentarse en una comprensión profunda de los mercados y no solo por modelos matemáticos simplificados o dogmáticos. Solo así podremos liberar el verdadero potencial de nuestros extraordinarios empresarios y crear un entorno económico dinámico y próspero.

Por: Rodolfo Dumas Castillo

Correo: [email protected]

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