Ciudad de Panamá. En un esfuerzo por frenar la migración irregular a través de la peligrosa selva del Darién, Panamá deportó este lunes a 133 migrantes de nacionalidades india y vietnamita.
Este vuelo forma parte de un acuerdo bilateral con Estados Unidos para reducir el flujo migratorio en la región.
El director de Migración de Panamá, Roger Mojica, informó que el vuelo, el número 28 desde agosto, transportó exclusivamente hombres de nacionalidad india y 22 mujeres vietnamitas.
“Son personas relativamente jóvenes que buscan alcanzar el sueño americano y fueron interceptadas bajo el programa de exclusión y deportación”, detalló Mojica.
El avión partió desde el Aeropuerto Panamá Pacífico hacia Nueva Delhi, haciendo una escala necesaria para el descanso de la tripulación.
Lo anterior, según explicó Marlen Piñeiro, agregada regional de seguridad interna de EE.UU.
Este operativo sigue a un vuelo similar realizado el 6 de septiembre, cuando 130 migrantes indios fueron deportados en un avión fletado por Estados Unidos.
Desde el inicio de este programa el 20 de agosto, Panamá ha realizado casi 30 vuelos financiados por el gobierno estadounidense.
Esto, con un total de 767 colombianos deportados, muchos de ellos con antecedentes penales, según autoridades panameñas.

Impacto en la migración irregular
Hasta el 18 de noviembre, 293,511 migrantes han cruzado el Darién en 2024, una reducción del 39% en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando se registraron 185,493 cruces.
En 2023, el flujo migratorio alcanzó un récord histórico de más de 520,000 personas.
Las autoridades atribuyen esta disminución al endurecimiento de políticas migratorias, que incluyen la implementación de vuelos de deportación.
Asimismo, la instalación de barreras en pasos estratégicos del Darién.
Estas medidas fueron adoptadas tras la toma de posesión del nuevo gobierno el 1 de julio.

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Una ruta plagada de peligros
La selva del Darién, ubicada entre Panamá y Colombia, sigue siendo una de las rutas más peligrosas para migrantes que buscan llegar a Norteamérica.
A pesar de los riesgos, miles de personas continúan cruzándola, en su mayoría venezolanos, según datos del Servicio Nacional de Migración panameño.
El gobierno de Panamá, en colaboración con Estados Unidos, mantiene su compromiso de controlar el flujo migratorio y reforzar la seguridad en esta región clave.