30.8 C
Honduras
lunes, abril 21, 2025

Ordeñando al toro

Muchas veces, dijo, con ojos cundidos de malicia, la gente se confunde, algunos inocentes creen todavía que el sapo brinca porque es de hule. La verdad pura y bruta es que la vida no tiene nada de inocente, tampoco nada de justa, eso solo en las películas y las novelas de la noche se ve. Ahora lamentablemente, todo se mueve por el billete y viendo qué saca uno, nada y nadie mueve un dedo si no le saca ventaja. Así son las cosas, el capitalismo salvaje, dirían algunos, la avaricia del rico, dirían otros, o simplemente el hambre es la que mueve al mundo, creo yo.

Sólo fíjese, compa, que ahora los que mandan andan buscando negocios con el imperio de oriente, aquellos mismos de cultura milenaria de comercio, esos se las saben todas y no se les va chancho con mazorca. Son años que han tenido aprendiendo, desde los griegos hasta ahorita, siempre han estado en el negocio ellos. Si nosotros creemos, o, mejor dicho, los de la familia grande y sus allegados, creen que se los van a echar a la bolsa, pues está en el mismo idioma que hablan nuestros nuevos socios comerciales. Esos no se van a dejar pajiar. Ellos, por cierto, ya son años que llevan, endulzando a países pequeños, con dinero y promesas de que “me pagás cuando podás”, así han hecho y desecho a diestra y siniestra y siempre viendo para su matate, no el ajeno, conste. Pero la realidad, como le comenté, no es así, el amor no es desinteresado y el pisto no es regalado, con el tiempo ellos cobran lo que prestaron y sale muchas veces más caro el caldo que los frijoles, fíjese. Allí abundan los ejemplos en otras tierras, donde al final quedaron de dueños de puertos y otras cuestiones, y, obvio, siempre que les beneficie a ellos y solamente a ellos. Por eso le digo, compa, que si los de aquí hacen tratos con el diablo, tienen que saber que al final les va cobrar el alma. La vaina es que, como siempre, nosotros seremos los paganos, seremos los endeudados por sabe Dios cuántos años, para pagar esos préstamos del gobierno popular. ¡Eso sí! Como decía mi abuela, compa, que si uno se levanta oscuro a ordeñar la vaca, más vale ir bien despierto y con los ojos bien abiertos y saber lo que estamos haciendo, porque capaz por andar de dormido que se equivoca uno, le sale guaya pues y terminamos ordeñando al toro.

 

- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: