La ola de violencia que azota el departamento de Olancho ha alcanzado niveles alarmantes en las últimas 48 horas, con un saldo trágico de al menos siete muertes y varias personas heridas en diversos ataques armados ocurridos en la región.
Ante la escalada de violencia, la Policía Nacional ha desplegado un fuerte operativo de seguridad en un intento por frenar los ataques y proteger a los habitantes de los municipios más afectados, como Catacamas, donde la situación es especialmente crítica.
Los vecinos y comerciantes reportan un ambiente de miedo generalizado mientras los patrullajes policiales recorren las calles de Olancho en busca de posibles sospechosos.
A la creciente preocupación de la población se suma una advertencia viralizada a través de grupos de WhatsApp, en la que se insta a los ciudadanos a no salir después de las 10 de la noche.
«No salgan después de las 10 de la noche porque los vamos a tumbar y no queremos matar inocentes (…) Todo Olancho queda sabido», indicaba el mensaje anónimo. Hasta el momento, se desconocen mayores detalles sobre esta amenaza, y las autoridades han iniciado las respectivas investigaciones para determinar su origen y autenticidad.
Algunos informes preliminares sugieren que la ola de violencia podría estar vinculada a la muerte del narcotraficante Byron Ruiz en Guatemala.
Ruiz fue atacado a disparos en la carretera que conduce a El Salvador, en un enfrentamiento que acabó con su vida.
Sin embargo, recientes declaraciones de las autoridades han puesto en duda la identidad del fallecido, lo que ha llevado al despliegue de un equipo forense y de agentes antidrogas en el país vecino para descartar un posible caso de suplantación de identidad.
Los últimos reportes señalan que, en la noche del viernes 14 de febrero, un tiroteo en un expendio de bebidas alcohólicas cobró la vida de cuatro personas y dejó a dos más gravemente heridas.
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Al día siguiente, el 15 de febrero, otro ataque en un bar resultó en el asesinato de dos personas y dejó tres heridos, entre ellos una mujer.
Durante el levantamiento de los cuerpos de este ataque, un nuevo tiroteo se desató frente a la iglesia católica del municipio, causando heridas a dos personas más.
Horas después, un tercer ataque en el bulevar Papabeto, frente a un centro comercial, dejó otras tres víctimas, entre ellas una mujer.
La jornada de domingo trajo consigo la confirmación del fallecimiento de una de las personas heridas en los ataques, elevando el número de víctimas mortales a siete.
Las autoridades han asegurado que las investigaciones para dar con los responsables de esta escalada de violencia están siendo intensificadas, con el objetivo de restaurar la calma en un departamento que vive momentos de alta tensión.
La Policía Nacional ha reiterado su compromiso de mantener el orden y evitar más tragedias en Olancho, aunque la población sigue sumida en el temor ante la creciente ola de ataques.