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martes, abril 22, 2025

Obstáculos a la inversión

Nuestro país enfrenta muchos retos persistentes que limitan el desarrollo económico y nuestra capacidad de atraer inversiones, pero sin duda uno de los más graves en la actualidad es la escasez de dólares en el sistema financiero. Esto no solo complica las transacciones internacionales, sino que también genera incertidumbre entre los inversionistas nacionales y extranjeros, quienes ven en la falta de divisas un riesgo significativo para la estabilidad de sus operaciones.

Sin una oferta adecuada de divisas, los comerciantes y empresas de todo tamaño enfrentan enormes dificultades para importar bienes y servicios, pagar deudas en moneda extranjera y asegurar la estabilidad financiera necesaria para operar. Esta situación disminuye la competitividad del país y reduce su atractivo como destino de capitales. La disponibilidad de dólares es crucial para los inversionistas extranjeros, ya que les permite ejecutar sus transacciones comerciales en la principal moneda a nivel mundial. Por mucho que algunos sueñan con destronar el dólar, este sigue siendo el más utilizado para el comercio mundial. Por ello, los inversionistas perciben la falta de acceso a divisas como un signo de vulnerabilidad económica.

Un empresario nos comentaba recientemente que para cumplir con las regulaciones vigentes su empresa tenía que presentar al banco un documento que justifique su participación en la subasta. Esto implica liquidar una póliza, pagar un anticipo al proveedor en el extranjero (para que le emita la factura) y dejar a disposición del banco la totalidad de Lempiras durante el día de la subasta. Al final de día puede que solo le concedan un porcentaje del total requerido, pero habrá incurrido en todos esos gastos sin recibir aún el producto (que además podría tardar meses en llegar). Esta situación resulta inverosímil, pero es la realidad que enfrentan miles de comerciantes a diario por la escasez de divisas, sin perjuicio de otros sectores que resultan afectados por la falta de divisas (estudiantes, viajeros, personas que requieren atención médica, etc.)

Mientras tanto, el Estado parece no comprender la magnitud de esta situación ni la urgencia con que debe actuar para resolverla. No sabemos con certeza que motivó al Gobierno a restringir las divisas, aunque por las declaraciones de algunos funcionarios podemos deducir que percibieron una “fuga” de capitales del país. Sin embargo, la realidad es que la inversión nacional ha respondido valiente y generosamente durante los últimos dos años, lo sigue haciendo actualmente a pesar de tanto obstáculo. Las inversiones del sector privado nacional son considerables y podrían ser significativamente mejores si se superara este tema.

Claro, ese no es el único reto que distorsiona el clima de negocios y que impide el despegue económico que los hondureños soñamos. Sigue siendo un obstáculo gigantesco la tramitología administrativa, sobre todo aquella que aún se dirige conforme la absurda discrecionalidad de la que gozan algunos funcionarios públicos que, en lugar de ser facilitadores, usan sus cargos como catapulta financiera personal o política; los peores, dedicados a despotricar contra la iniciativa privada con odiosas generalizaciones, sin comprender que sus expresiones no dañan al empresario, este ya está curtido de tantas ofensas, menoscaban la imagen del país.

Habrá quien diga que los funcionarios tienen libertad de expresarse. Claro que sí, pero eso no implica que deban hacerlo en forma destructiva. ¿Qué ganan con generar división, fomentar el resentimiento o satanizar al que arriesga sus capitales? El sector privado ha presentado en múltiples ocasiones y formas su disponibilidad de establecer mecanismos de diálogo para atender estos retos, pero al igual que con el tema de la simplificación administrativa, la parsimonia estatal genera dudas sobre la importancia que le dan al tema. Ahora el tiempo se agota con la llegada de la época electoral.

La escasez de dólares es uno de los muchos obstáculos para la atracción de inversiones en Honduras. Sobre los otros como reducción y eliminación de trámites, simplificación administrativa y digitalización de procesos hemos escrito ampliamente en otras ocasiones y lo seguiremos haciendo hasta que esos cambios se materialicen. Con un enfoque estratégico y la implementación de políticas adecuadas, es posible mejorar esta situación y crear un entorno más atractivo para las inversiones, pero requiere diálogo entre Gobierno y sectores productivos. De lograrlo estamos seguros de que se impulsará el crecimiento económico y que también se contribuirá a la prosperidad del país a largo plazo. Sin embargo, hoy la mayor urgencia del pueblo hondureño es la generación de empleo, este requiere de inversión y esta seguirá estancada mientras persista la escasez de divisas.

Por: Rodolfo Dumas Castillo

Correo: [email protected]

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