23 C
Honduras
domingo, abril 20, 2025

Nada se puede hacer

“La verdad solo se puede tolerar si la descubre uno mismo”, aseguraba Fritz Perls médico psiquiatra y psicoanalista alemán de principios de siglo XX. Quien también es uno de los fundadores de la terapia gestáltica.

Es por esta razón que la psicoterapia está diseñada para encaminar al paciente a que descubra sus propias verdades, no para imponerle verdades ajenas.

Hace algún tiempo vi una entrevista donde el actor Eduardo Yáñez contaba (bastante molesto, por cierto) que había abandonado su terapia porque sintió que el profesional que lo atendía insistía en obligarlo a hacer cosas que él no quería hacer, porque no le encontraba el sentido a eso que le pedía, no creía que esas sugerencias (que, según él, eran más bien órdenes) podrían ayudarle en el proceso de duelo por el que estaba pasando en ese momento. Claro que habría que empaparse bien del asunto para saber qué fue lo que de verdad sucedió. Probablemente el Sr. Yáñez no haya ido por iniciativa propia, tal vez fuera alguien más quien lo haya “empujado” a hacerlo y pues ya desde ahí el proceso va a ser un poco más lento, porque esa persona no cree en eso que está haciendo y por lo tanto es posible que desde el primer día tenga una actitud rebelde que dificulte las cosas. Pero eso no significa que las esperanzas estén perdidas, un psicoterapeuta comprometido sabrá por donde llevar las cosas para lograr la cooperación de su paciente. Claro que, si éste opta por lo que optó el actor, no quedaría mucho que hacer.

El analista escucha atentamente mientras va encontrando maneras de hacer que el paciente quiera voluntariamente entrar en “terrenos” en los que tal vez no se ha atrevido a entrar solo, donde podrá encontrar o no, respuestas a sus interrogantes, pero, sobre todo, donde podrá encontrarse consigo mismo. Y cuando ese encuentro ocurre, también ocurren otras cosas maravillosas, una de ellas es el entender que nuestra vida es nuestra propia fiesta y que, por lo tanto, somos nosotros los que decidimos de qué manera se desarrolla. Las personas que dejamos entrar a nuestra vida son meros invitados. “Si necesitas ánimos, alabanzas y felicitaciones de todos, conviertes a todos en tu juez”, continúa diciendo Perls, quien también compuso La Oración de la Gestalt, misma que está empapada de un pragmatismo precioso y que dice algo así: “Yo hago lo mío, tú haces lo tuyo. Yo no estoy en este mundo para satisfacer tus expectativas, ni tú estás en este mundo para satisfacer la mías. Tú eres tú y yo soy yo, y si por azar nos encontramos, será hermoso. Si no, nada se puede hacer”.

Emy James
Emy James
Emy James, psicóloga y Máster en Educación, escritora a nivel profesional. Trabaja en teatro y radio y es también docente.
- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: