Rory Callum Sykes, actor británico conocido por su papel en la serie infantil de 1998 “Kiddy Kapers”, falleció a los 32 años durante los incendios forestales que han devastado la zona de Los Ángeles, California.
Según el informe forense, murió por intoxicación de monóxido de carbono tras quedar atrapado en su finca familiar en Malibú.
Su madre, Shelley Sykes, compartió detalles desgarradores sobre los últimos momentos de su hijo el pasado 8 de enero.
«Me dijo: ‘mamá, déjame’. Y ninguna madre puede abandonar a su hijo, pero tengo un brazo roto y no podía levantarlo. No podía hacerlo”, relató.
Una vida marcada por la superación
Nacido el 29 de julio de 1992 en el Reino Unido, Rory llegó al mundo con ceguera y parálisis cerebral, condiciones que enfrentó con determinación y que convirtieron su vida en una fuente de inspiración.
Vivió en Australia y Estados Unidos, y se ganó el cariño del público no solo por su actuación, sino también por sus discursos motivacionales que impactaron a audiencias en todo el mundo.
Shelley Sykes destacó en un comunicado la valentía y el espíritu de su hijo: “Superó muchas cosas con cirugías y terapias para recuperar la vista y aprender a caminar. A pesar del dolor, todavía estaba entusiasmado por viajar por el mundo conmigo, desde África hasta la Antártida”.
Falta de recursos durante el incendio
En su declaración, Shelley también denunció la falta de agua para combatir las llamas.
“Intenté apagar el fuego del techo con una manguera, pero el Distrito Municipal de Agua de Las Vírgenes cortó el suministro. Incluso los 50 bomberos valientes que acudieron no tuvieron agua durante todo el día”.
Al regresar a la finca, la cabaña ya había sido consumida por las llamas.
Además de su madre, Rory deja atrás a sus adoradas mascotas, dos pavos reales llamados Edgee y Mickie, y una legión de seguidores que lo recordarán como un símbolo de lucha y esperanza.
Apoyo internacional
Según informó CNN, el Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio de Australia (DFAT) está colaborando con las autoridades estadounidenses.
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Lo anterior, para brindar asistencia a la familia de Rory en este difícil momento.
Su muerte resalta la tragedia humana detrás de los incendios forestales, que ya han cobrado al menos 16 vidas y continúan causando devastación en California.