Las materias, asuntos, y ciertas cuestiones no pueden permanecer estáticas, están sujetas a los cambios que dentro del devenir de los días se presentan, con las nuevas tecnologías y los sucesos imprevistos o inesperados que acontecen en la vida o existencia general.
Existen en la medida que las tradiciones y la historia avanzan y los tiempos cambian, se tiene que sufrir un cambio de sustancial mejoramiento, resaltando innovadores métodos y sistemáticas técnicas que mejoran notablemente, comprendiendo los diversos medios de comunicación social, elementos de vital importancia e influencia consecuente para lograr a futuro, la existencia de una libre expresión del pensamiento, y por tanto, separando sutilmente o con verdadero ingenio, la intervención del gobierno en la información firme y verídica de los hechos y sucesos relevantes acontecidos.
Probablemente de manera inequívoca, se descubre un estilo diferente de gran valía, con calidad de aptitudes y peculiar dominio, brotan como caudal convincente para coordinar ideas efectivas, que denotan una moderna educación y la instrucción en el valor de la fuerza formativa o pedagógica, definiendo un uso preciso, serio e imparcial que logra conseguir un impecable y gradual modelo de preparación directa y eficiente hacia la conducción de las masas en vivacidad, carácter, energía y entendimiento que en definitiva, o de forma terminante acción, logran inmejorables resultados que despiertan la conciencia del pueblo y el deseo de cambio fundamental de una magnitud inesperada, con factores de unidad, felicidad y complejo de proporción inapreciable y una placentera, y al mismo tiempo, agradable, de gran beneficio para todos los sectores sociales, políticos, financieros, económicos, de salubridad, ornato y bienestar general.
Es indiscutible que las tradiciones o costumbres ancestrales del pueblo hondureño, no puede dejarse de abandonar o excluir, en la medida que la historia progresa y adelantada, las deficiencias o escaseces, porque no se puede separar el momento actual y los reclamos justos que hacen repetidamente el pueblo hondureño, con sus exigencias de pedir un mejor margen de oportunidades, o bien generar o crear nuevas empresas de orden estatal, privado y mixto que urge la población, debiendo establecer condiciones verdaderamente fidedignas o probables, tomando así en cuenta la complicada y convulsa época que vivimos y los fenómenos naturales que surgen dentro de nuestra naturaleza y extensión territorial. Por consiguiente, no se puede variar la paz política y la convivencia integral existentes, debiendo marchar en el vertiginoso curso de los acontecimientos, para mantener el desenvolvimiento económico, financiero en un desarrollo social sostenible que aquilate cambios rápidos, no obstante, las preocupaciones que se tienen con el privilegio de las delicadas funciones públicas.
Hay que cumplir con lo dispuesto en el artículo 151 de la Constitución de la República, que literalmente dice: “La educación es función esencial del Estado, para la conservación, el fomento y difusión de la cultura, la cual deberá proyectar sus beneficios a la sociedad sin discriminación de ninguna naturaleza”. La metodología tiene que ser en beneficio gradual y progresivo de importancia de la estabilidad institucional, evolucionando con ajustes vitales y cambios vertiginosos que tiene que operarse dentro de las esferas estatales, sin favorecer los círculos de poder tomando en consideración un ejemplo de altura patriótica y cumplimiento firme de las leyes que regulan a la población y los núcleos indistintos de poder.
La modificación oportuna y el libre crecimiento en los distintos aspectos aquí planteados son factores de gran significación. Sin apartar otros componentes de similar naturaleza.
