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domingo, abril 20, 2025

Mire pues ¡Qué chiquito es el mundo!

¿Ha dicho esa frase usted cuando de repente se sorprende por un conocido? Es algo así como un coloquio nuestro para decir, que, habiendo tantas personas en el mundo, y en toda su inmensidad, teníamos que encontrarnos con personas inesperadas en lugares impensados.

Una frase quizás no tan popular, pero que también ilustra el punto que quiero abordar, es aquella que también dice:

“Arrieros somos y en el camino andamos”, utilizada más bien, cuando alguien no le tiende la mano a uno, y en esa misma situación, seguro nos pasa a todos.

Hoy en día todos hablamos la importancia de los contactos, o lo que le llamamos el networking, pero nada tan importante para ello, como la buena reputación.

Amigos, esta reflexión vino a mi mente a raíz de que pasara a mejor vida un ilustre empresario, ya de muchos años que en su momento me indicó que la lealtad es el mayor valor de los negocios.

Cuando uno se asombra de encontrarse personas en lugares inesperados, sobre todo en el mundo de los negocios, más vale que conservemos una buena reputación frente a ellos.

La reputación es algo muy difícil de mantener, pues en los negocios suele haber desacuerdos, fricciones o malos entendidos.

Lograr que a usted lo recomienden, es sin duda una gran señal de que usted y sus negocios han andado en buen camino. De hecho, una técnica de ventas que ayuda mucho a generar clientes nuevos es a través de clientes referidos por los mismos clientes.

Pero piense, si uno de sus clientes “estaría dispuesto a recomendarlo” para ello el estándar de servicio, el perfil, la reputación que usted debe haber construido, debe ser muy buena. Nadie recomienda a nadie para quedar mal. Y esto es algo que antes de disponerse a hacer networking, o crear contactos, debemos saber revisar bien.

La mala reputación también se riega como noticia. Si usted está construyendo su red de negocios, debe cuidar todavía más, la manera en que lo perciben.

Y muchas veces para conservar una excelente reputación le tocará perder para ganar. En mi caso muchas veces ha habido malos entendidos, donde asumo la lección. Con tal no entrar en un enorme conflicto que lo dañe todo.

La vida no es tan fácil, como eliminar las fotos de mi red social si algo queda mal, las experiencias permanecen, lo que usted deja sembrado a través de su servicio y su manera de actuar queda.

Y por eso las empresas deben abrazar un liderazgo ético, que permita la buena recomendación.

Abrace una cultura de valor en todo lo que haga. Añada valor a las personas y procure siempre dar valor agregado en todo lo que haga a sus clientes, le aseguro que se volverá irresistible y sin duda comenzarán a recomendarlo.

Sáquele ventaja a eso de que “el mundo es chiquito” para que toda la gente conocida alrededor suyo le genere más trabajo y pueda florecer en lo que haga.

Siempre que tenga una situación difícil, medite cómo quedaría la reputación de su empresa después de eso, y vea el verdadero costo, de tomar acciones o bien, no tomarlas.

La buena recomendación es una práctica habitual hoy en día. Vemos en las páginas de productos, las calificaciones y comentarios que dan. Piense que así mismo podrían dañarlo si usted no lo hace bien.

Prefiero como lo he dicho decir ¡Qué alegría encontrarnos, mira qué chiquito es el mundo! A que me deseen el dolor causado y me digan “arrieros somos y en el camino andamos”. ¡Agregue valor siempre!

Enrique Zaldivar
Enrique Zaldivar
2050 Comunicaciones
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