El informe del World Population Review (2024) en su informe sobre la movilidad social a nivel mundial revela que los países nórdicos, con Dinamarca a la cabeza, son los líderes. En estos países, una familia que comienza en una posición económica baja puede ver mejoras significativas en el estatus económico de sus hijos en unos 10 o 20 años, gracias a la inversión en educación y al acceso a empleos bien remunerados. Sin embargo, en algunas economías emergentes, como Honduras y Guatemala, se necesitan varias generaciones para lograr un cambio similar.
La movilidad horizontal ocurre cuando un individuo cambia de ocupación o ubicación sin alterar su estatus social. La movilidad vertical implica cambios en el estatus social, ya sea hacia arriba (ascendente) al obtener un mejor empleo, o hacia abajo (descendente) al perder un trabajo. La movilidad intergeneracional se refiere al cambio en el estatus social de una generación a otra, como cuando los hijos de inmigrantes alcanzan un estatus más alto que el de sus padres. Por último, la movilidad intrageneracional ocurre dentro de la misma generación, cuando una persona mejora su estatus social a lo largo de su vida.
Mientras que los países ricos pueden ofrecer condiciones favorables para la movilidad social, la eficacia de estas oportunidades está condicionada por las políticas sociales y económicas implementadas, el nivel de corrupción y la calidad de las instituciones.
La rápida movilidad social en los países nórdicos se debe a una combinación de políticas inclusivas, educación accesible y redes de seguridad social. Este período puede variar según las circunstancias individuales y las características específicas del sistema de bienestar del país. Los sistemas económicos que priorizan la educación accesible, la salud y el bienestar social tienden a mostrar mayores niveles de movilidad social. La existencia de políticas inclusivas y sistemas de bienestar robustos facilita que los individuos puedan mejorar su estatus socioeconómico a lo largo de las generaciones.
Un mercado laboral que ofrece oportunidades equitativas y acceso a empleos bien remunerados también contribuye. La creación de oportunidades laborales para todos los segmentos de la población, especialmente para aquellos provenientes de contextos desfavorecidos, es crucial para mejorar la movilidad.
Entre los factores que afectan la movilidad social se encuentra la corrupción, que distorsiona el acceso a recursos y oportunidades. Los fondos destinados a la educación, la salud y otros servicios sociales pueden ser mal administrados o desviados, reduciendo la efectividad de estos sistemas para promover la movilidad.
La calidad de las instituciones y la transparencia en la administración de recursos son determinantes en la capacidad de un país para ofrecer oportunidades equitativas y promover la movilidad. Los países con instituciones fuertes y transparentes tienden a mostrar mejores resultados en términos de movilidad intergeneracional.
Aunque los países ricos suelen ofrecer mejores oportunidades, no todos alcanzan el mismo nivel de movilidad. Los diez países mejor evaluados en este aspecto son europeos. A pesar de ser potencias mundiales, Estados Unidos, Rusia, China y Canadá no logran igualar los niveles de estos países europeos.
La movilidad social intergeneracional está influenciada por una combinación de factores que van más allá del producto interno bruto. El tipo de sistema económico y social, la eficacia de las políticas públicas, la calidad de las instituciones y el nivel de corrupción juegan roles cruciales en determinar las oportunidades para la movilidad. Por lo tanto, para entender y mejorar la movilidad social intergeneracional, es esencial considerar estos factores en conjunto y no solo enfocarse en la riqueza económica.