Los incendios forestales continúan afectando el noreste de Estados Unidos, especialmente en Nueva York, Nueva Jersey, Massachusetts y Connecticut, exacerbados por condiciones de sequía prolongada y fuertes vientos.
Desde octubre, más de 850 hectáreas han sido consumidas, con varios incendios activos, como el de Jennings Creek en la frontera entre Nueva York y Nueva Jersey.
Este ha causado la muerte de un trabajador de parques y activado alertas por la mala calidad del aire en zonas como Albany, Nueva York, donde el índice de calidad superó los 100 puntos, afectando a personas con condiciones respiratorias.
Aunque una ligera lluvia reciente ofreció algo de alivio, no ha sido suficiente para controlar los incendios, ya que el suelo seco y cubierto de hojas facilita su propagación.
Las autoridades han emitido advertencias de salud y han desplegado recursos, como helicópteros y brigadas, para contener las llamas.
También se han intensificado los esfuerzos preventivos para evitar nuevos incidentes, ya que la mayoría de los incendios han sido causados por actividades humanas.
Las condiciones críticas persistirán hasta que lleguen lluvias significativas o heladas que reduzcan el riesgo.
Sí, algunos residentes en la zona afectada por los incendios forestales en el noreste de Estados Unidos evacuaron sus hogares de manera voluntaria y se trasladaron a un refugio temporal habilitado en Greenwood Lake Middle School, en el área cercana al incendio de Jennings Creek, en la frontera entre Nueva York y Nueva Jersey.
Las autoridades locales implementaron esta medida como precaución debido al avance del fuego, las condiciones secas y los fuertes vientos que han dificultado las labores de contención
La evacuación no fue obligatoria, pero se recomendó especialmente a quienes vivían cerca de las áreas con mayor riesgo.
Al mismo tiempo, equipos de bomberos y la Guardia Nacional han continuado trabajando para controlar las llamas, utilizando helicópteros para combatir el fuego desde el aire