Hablaremos de la dificultad presentada por ciertas personas en el desarrollo de competencias relacionadas con la lectura, el cálculo o el razonamiento complejo a la hora de desenvolverse en sus actividades cotidianas. Esta deficiencia afecta a aquellos ciudadanos que recibieron cierta instrucción escolar y que no adquirieron capacidades suficientes en el ámbito de la lectura, aritmética, tecnología o en el razonamiento lógico. No necesariamente carecen de estudios formales… son personas que pasaron por un cierto grado de formación, pero sus capacidades de aprendizaje están mermadas; carecen de profundidad de análisis y comprensión, son los analfabetos funcionales.
Todo empieza con el hecho de hablar de forma apropiada, construyendo oraciones, conversaciones, discursos, y argumentos. Esta actividad se complementa con la lectura, elemento clave en la expansión de la consciencia y el conocimiento. Comprender, argumentar y asimilar son tareas, que las personas con altos grados de analfabetismo funcional no pueden realizar, parece que comprenden, parece que asimilan y da la sensación de que argumentan, pero la realidad es muy diferente…
Hoy en día, el fenómeno se refleja a cada momento y se puede rastrear en escuelas, colegios, universidades, radio, televisión, está en todas partes… Esto se hace evidente, cuando una persona carece de capacidad lectora y no puede interpretar un libro, un contrato, rellenar formularios o utilizar un mapa; estas limitaciones le impedirán desarrollarse plenamente como ser humano. Son solo algunas de las facetas en donde se ve reflejado el analfabetismo funcional. Uno de los orígenes de la deficiencia está en los modelos académicos basados en teorías psicológicas del aprendizaje de hace un siglo, en donde se creía que la persona era una tabula rasa que debía llenarse de contenido, el alumno repetía lo enseñado olvidando muchas veces la comprensión. Desarrollar las capacidades de análisis e interpretación sigue siendo una asignatura pendiente en muchos sitios…
Las personas analfabetas funcionales se decantan por el entretenimiento banal y de masas, son afines a los temas irrelevantes, están impulsadas por el comportamiento colectivo e irreflexivo. Los temas anodinos y el entretenimiento vacío de contenido son parte de su entorno. Otros temas o asuntos no les resultan interesantes ¡no porque no quieran!, simplemente por la dificultad, inherente en ellos, de comprender el texto y el contexto de las situaciones.
Las analfabetas funcionales tienen serias dificultades léxicas, tienen un escaso vocabulario y, como consecuencia lógica de esta poquedad, también sus ideas y pensamientos están limitados, motivo por el cual, les resulta complicado ir de lo verbal a lo gramatical en la transmisión de sus conocimientos. Todo este contexto, hace muy difícil la toma de decisiones … Estas personas, tienen una preferencia por la TV, más que por la lectura prefieren la inmediatez visual antes que dar lectura a un libro, un periódico o una revista y reflexionar sobre lo leído; prefieren la contemplación por encima de la reflexión.
Recuerdo hace unos años pregunté a mis estudiantes de segundo curso en la universidad de cuántos libros completos habían leído… la repuesta de aquel grupo fue desalentadora, la mayoría no había leído un libro en su vida y los que habían leído algo eran libros no precisamente formativos… Esto me llevo a inferir, con mucha tristeza, que a la universidad acceden muchos analfabetos funcionales, que pronto se convertirán en abogados, periodistas, médicos, ingenieros, biólogos, etcétera. Todo este lío resulta dramático y lamentable y, peor aún, que en ningún lugar se hable del asunto, no es un problema, no existe, todo está bien.
Lo duro de la situación radica en reconocer con humildad la mala calidad de los sistemas educativos, la escasa formación de los docentes y las deficiencias de los profesionales que egresan de nuestras universidades y entender que el problema amerita una solución urgente. Hay que ser valientes como sociedad y reconocer la tragedia, ser profesionales en el diagnóstico y en la propuesta de acciones para buscar soluciones.
¿y cuáles son las estrategias para combatir el analfabetismo funcional?
Según los entendidos en el tema, primero, mejorar la calidad de la educación, para garantizar que las personas desarrollen competencias y habilidades necesarias para comprender y usar la información escrita de forma apropiada. Segundo, implementar programas de alfabetización nacional. Tercero, utilizar las nuevas tecnologías para coadyuvar a erradicar el analfabetismo funcional. Las aplicaciones móviles y los programas en línea deben ser, también, herramientas efectivas para mejorar las habilidades de lectura y escritura de las personas. Y finalmente, la inteligencia artificial debe jugar un rol importante en este proceso.
La participación de la familia y el apoyo en el hogar, son fundamentales para promover la alfabetización funcional. Leer en familia, discutir libros, artículos para ayudar a los miembros más jóvenes del hogar a practicar sus habilidades son formas efectivas de fomentar la alfabetización. Hoy estas tareas parecen lejanas…
Dicho esto, está claro que hablamos de personas vulnerables y titulares de derechos. La mala o deficiente educación repercute en su desarrollo personal y limita su participación social. Tienen restringido el acceso a los beneficios del desarrollo. El trato desigual y discriminatorio al que son sometidas suele terminar con abusos de la administración o particulares y con la violación a sus derechos humanos. Una persona con estas carencias puede ser socialmente discriminado, intimidado o sufrir de estigmatización social. El bienestar social y la salud personal también están en peligro.
¡Es urgente luchar para erradicar este problema en nuestro entorno y darles dignidad a aquellos que el sistema marginó!