Eduardo Espinel, entrenador uruguayo, ya está en Honduras para iniciar su etapa al frente del Club Deportivo Olimpia.
Su llegada ha generado gran expectativa entre la afición olimpista, que espera la continuidad del éxito tras la salida de Pedro Troglio.
Desde su arribo al aeropuerto internacional de Palmerola, Espinel se mostró confiado y dispuesto a asumir el desafío con optimismo.
Ante los medios, se distanció de las comparaciones con su predecesor, señalando:
«No me compares con nadie, no creo que pueda alcanzar lo que hizo Troglio, aunque ojalá lo lograra y hasta lo superara. Él hizo un trabajo excelente, pero yo compito conmigo mismo. Quiero mejorar cada día y este reto llega en un gran momento para nosotros.»
El nuevo estratega aún no ha solicitado refuerzos específicos, ya que desea conocer primero a su plantel antes de plantear necesidades a la directiva.
Este enfoque muestra su disposición a evaluar internamente antes de buscar talento externo.
Un detalle curioso que llamó la atención fue la pulsera roja que Espinel llevaba en la muñeca derecha, un amuleto tradicional asociado a la protección contra energías negativas y el mal de ojo.
Este accesorio, que el entrenador ha utilizado en etapas anteriores, refleja creencias culturales de buena suerte y resguardo personal.
Espinel no llega solo; lo acompaña un cuerpo técnico también uruguayo, compuesto por el asistente Osvaldo Carro y el preparador físico Daniel Curbelo.
La pretemporada iniciará el próximo lunes 6 de enero en las instalaciones del complejo Rafael Ferrari, donde comenzarán los preparativos para la nueva campaña.
La afición de Olimpia espera que Espinel escriba su propia historia de éxito, aportando su sello personal a un club con grandes aspiraciones y una rica tradición de campeonatos.