Leovigildo Pineda Cardona nació en Santa Rita, Santa Bárbara, el 7 de octubre de 1941. El martes 27 de febrero de 1973 fallece en Tegucigalpa y el magisterio hondureño fue sorprendido con la repentina noticia de su desaparecimiento físico a la temprana edad de 31 años; cuando alternaba sus actividades como Maestro de la Escuela Lempira de Comayagüela, como dirigente del Colprosumah y como estudiante de la carrera de Derecho de la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNAH.
Su vida joven y su pensamiento lúcido lo dedicó a forjar las bases de la organización del magisterio en el país, comprometido con las causas de su pueblo y sus problemas. Luchó en un ambiente hostil como circunstancias del subdesarrollo. Así, con todo en desventaja, supo imponerse a la hora de la adversidad para dejar su ejemplo de rebeldía consciente y de sacrificio permanente como el más preciado legado y un fuerte golpe a la conciencia de la presente y futuras generaciones en la lucha por la construcción de una sociedad más justa y más humana.
La Junta Central Ejecutiva del Colprosumah de 1976, presidida por el profesor Felícito Montalbán, emitió un acuerdo de duelo especial el 4 de junio de 1976, mediante el cual se rindió un merecido tributo póstumo al extinto Leovigildo Pineda Cardona en reconocimiento a sus méritos, valores y acciones en favor de la organización y del magisterio hondureño.
En honor al noble maestro y dirigente magisterial, el Colprosumah, el 1 de junio de 1974, después de hacer un estudio actuarial y las consultas legales correspondientes, puso en marcha el Fondo de Auxilio Mutuo que se denomina “Leovigildo Pineda Cardona”, el plan cubre los beneficios de invalidez, vejez y muerte.
Leovigildo Pineda Cardona, es ejemplo vivo de la abnegación, trabajo y una carta de triunfo para los maestros y niños de las escuelas de Honduras por su espíritu noble y de batalla, y por su infatigable servicio del magisterio y la educación nacional. Leovigildo Pineda Cardona fue un hombre de principios definidos, austero, noble y de modales sencillos, franco y sincero, analítico y ponderado. (Información tomada del Libro: “Un Compendio de luchas reivindicativas” del Colprosumah).