Mire, dijo, algo arisco, algo inquieto, nadie entiende o quiere entender, que vemos la cosa diferente, tan diferente que hasta nos hacen sentirnos culpables por ser diferentes, ¿se imagina? Por no ver cómo ven ustedes, no sentir como ustedes, por no apreciar como ustedes, vivimos en un duelo permanente ¿sabe? Porque nos sentimos diferentes, créame hay dolor y sufrimiento, al ser diferente, uno, desde pequeño, sabe que es diferente, que no es lo mismo, que los demás, vemos, oímos, saboreamos, sentimos diferente y no encajamos y en el afán de ser como ustedes… sufrimos una cascada de maltratos, desde agresiones verbales e incluso hasta miradas de lástima ¿sabe? Los días pueden ser gloriosos, pueden ser llenos de vida y luz, pero a veces solo necesitamos una mirada grosera o una frase llena de rencor o un gesto como de asco para que el mundo se nos caiga encima, el viejo estigma, el de ser diferente sale de presto y el dolor vuelve igualito como estaba al ver la mirada en los ojos de ustedes, como demonios de fuego que se asoman agresivos. Algunos lloramos quedito, callados en el fondo del alma, lloramos sin lágrimas, por no ser comprendidos, por no ser aceptados, por ser como somos, sabemos que no es nada malo, que no es una enfermedad y tampoco una tara, entonces, ¿por qué la sociedad nos acusa, nos juzga y nos condena solo por ser diferentes? O, ¿acaso son ignorantes que hay diversidad de seres y no todos somos el molde perfecto donde encajar como ellos nos piden ser? Y allí radica el problema señor, allí yace la veta del sufrimiento nuestro, de la angustia, que nos muerde a diario, allí yace lo que nos llena de frustración, que se nos obliga a encajar y al no poder se nos trata como bicho raro, es irónico ¿vaa? Lo peor es que no se nos acepta, se busca más bien cómo cambiarnos, como si usted pudiese cambiar el alma de alguien, Dios lo hizo así a uno y así nos quedamos, porque somos bellos como somos, somos puros y únicos, como cualquier hijo de Dios, únicos y bellos. Pero insisten en que encajemos, en vez de aceptarnos Como si quisieran que un círculo cupiera en un cuadrado que eso no se puede claro, los dos son figuras, pero diferentes, así somos nosotros, solo somos círculos diferentes a los cuadrados de la vida.
No somos malos, no somos inferiores o retrasados, simplemente somos otra persona, eso es lo que somos, simplemente otros, con nuestros miedos y risas, gentes que pensamos y amamos, pero no como ustedes y por eso nos rechazan y nos ven con miedo, supongo, pero muchas veces disfrazado de odio o al revés, podría ser, talvez. Eso es lo difícil, ¿se imagina vivir en un mundo donde usted no encaja, en donde a usted lo ven así con mirada fría, como si uno contagiara y lo peor, a veces, lo ven con lástima, como si tuviéramos alguna condición física o mental y simplemente es que uno no es igual nada mas solo eso, que uno no es como los demás? Esa es la cárcel en donde vivo, don, es donde habito, la que la sociedad me colocó cuando me declararon autista, hace años, un médico, cuando se me juzgó y condenó, como si fuese un crimen, me dijo muy serio, como si eso fuera una enfermedad, o algo peor, repitió con tristeza y desde pequeño me acostumbré a vivir así, a ver desde los barrotes la vida que pasa, ¡solo por ser diferente!