Una tragedia sacudió a una familia hondureña radicada en Washington, Estados Unidos, tras el asesinato de María Magdalena Ayala Guardado, originaria de Lempira, a manos de su esposo Mario Miguel Banegas Deras, también hondureño.
El crimen ocurrió el pasado domingo 15 de diciembre, cuando Banegas apuñaló a su esposa y posteriormente llamó a las autoridades para entregarse.
María Magdalena fue trasladada de inmediato a un centro asistencial, donde lamentablemente fue declarada muerta.
«Ahora son mis hijas»: el testimonio del hijo mayor
Eddy Banegas Ayala, el hijo mayor de la pareja, de tan solo 18 años, enfrenta ahora la difícil tarea de convertirse en el principal sustento emocional y económico de sus hermanas menores, de 13 y 11 años.
En una entrevista para DMV Noticias, Eddy relató cómo él y su familia enfrentan esta tragedia.
«Soy muy afortunado porque mis hermanitas son muy fuertes. Las he tratado de alentar y les digo que Dios tiene un plan para nosotros», expresó Eddy con evidente dolor.
A pesar de la difícil situación, aseguró no guardar rencor hacia su padre.
Una nueva responsabilidad
Eddy, quien ayudaba a su madre en su negocio de limpieza, ahora asume el rol de protector y guía para sus hermanas.
«El plan que Dios tiene para mí es cuidarlas hasta que crezcan y hacerlas personas de bien», comentó.
El joven pidió apoyo a personas de buen corazón para poder sacar adelante a su familia. «Esto nos ha dejado devastados, no sé qué acción tomar ni cómo seguir», confesó.
La solidaridad de la familia
Juan Mateo Ayala, hermano de María Magdalena, recordó con cariño a su hermana, describiéndola como «lo máximo».
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También se comprometió a apoyar a sus sobrinos en todo lo que necesiten. «La familia creció, y saldremos adelante con la ayuda de Dios», afirmó.
La comunidad hondureña y organizaciones locales han comenzado a movilizarse para brindar apoyo a los jóvenes afectados por esta tragedia, que ha dejado a tres hijos huérfanos y una familia marcada por el dolor.