Tegucigalpa. La escasez de insumos médicos en el Hospital Escuela de Tegucigalpa continúa afectando a pacientes en espera de cirugías, incluido Roberto Carlos Mejía, un joven de 38 años originario de Ocotepeque, quien fue atacado por un tiburón en las playas de Tela, Atlántida, el pasado 14 de octubre.
Mejía, quien sufrió una grave herida en su pierna derecha, lleva más de un mes internado sin que se le haya realizado el injerto de piel necesario para completar su tratamiento.
Según su prima, Lizeth Arita, apenas un 30 % de la herida se ha cubierto.
«Estamos preocupados porque mi primo lleva un mes y 15 días en el hospital, y la falta de insumos está impidiendo que le hagan el reinjerto», declaró Arita a un noticiero local.
Además, advirtió sobre el riesgo de infecciones debido a la exposición prolongada de la herida.
Un llamado a las autoridades
La familia de Mejía ha solicitado a las autoridades del Hospital Escuela y de la Secretaría de Salud que atiendan el caso con urgencia.
«La noticia del ataque del tiburón se hizo viral, pero a estas alturas no lo han atendido», lamentó Arita.
Roberto Carlos se encontraba en Tela para comercializar rambután, conocido en Honduras como lichas, cuando decidió visitar las playas con algunos acompañantes.
Durante el baño en el mar, un tiburón lo atacó, dejándole una herida de gravedad.
Crisis de insumos en el Hospital Escuela
La falta de insumos en el principal hospital del país, incluida la carencia de algodón, obligó a posponer cirugías programadas recientemente.
El martes 26 de noviembre, las autoridades informaron que lograron obtener material prestado del Hospital de Especialidades San Felipe, lo que permitió reanudar algunas operaciones selectivas.
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Sin embargo, aún no se ha confirmado si la cirugía de Mejía está entre las programadas para los próximos días, lo que mantiene a su familia en incertidumbre sobre su recuperación.
Este caso pone nuevamente en evidencia las deficiencias en el sistema de salud público y la urgente necesidad de soluciones.
Esto, para evitar que más hondureños sufran por la falta de atención médica oportuna.