Carter, quien ocupó la presidencia entre 1977 y 1981 como el 39.º mandatario de la nación, había comenzado a recibir cuidados paliativos en febrero de 2023 tras enfrentar complicaciones de salud.
Desde entonces, permaneció en su residencia en Plains, Georgia, junto a su familia.
Hasta el momento de su muerte, Carter ostentaba el título del expresidente más longevo en la historia de Estados Unidos, superando la marca tras el fallecimiento de George H.W. Bush en 2018.
Una vida de lucha y logros
Durante su mandato, Carter fue reconocido por sus avances en política exterior, destacando los acuerdos de paz de Camp David, que lograron poner fin al conflicto entre Israel y Egipto, y la ratificación de los tratados del canal de Panamá.
A nivel interno, trabajó en iniciativas relacionadas con energía y derechos civiles, aunque enfrentó desafíos económicos y la crisis de rehenes en Irán, que marcó el cierre de su administración.
Tras dejar la Casa Blanca, Carter dedicó su vida al activismo humanitario.
Junto a su esposa Rosalynn Carter, fundó el Centro Carter, desde donde promovió los derechos humanos, supervisó elecciones en países en desarrollo y llevó asistencia sanitaria y alimentaria a comunidades vulnerables.
En 2002, su incansable labor le valió el Premio Nobel de la Paz, consolidando su legado como un defensor global de la justicia y la paz.
Una vida marcada por la resiliencia
A pesar de los desafíos de salud que enfrentó en sus últimos años, incluido un cáncer cerebral en 2015 y múltiples procedimientos médicos, Carter se mantuvo activo hasta que su estado le obligó a reducir su participación pública.
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Rosalynn Carter, su compañera de vida y colaboradora incondicional, falleció el 19 de noviembre de 2023, pocos meses antes que él.
De esa forma, cerrando una unión de más de 77 años que marcó no solo su vida personal, sino también su impacto en la esfera pública.
Con su partida, Jimmy Carter deja un legado imborrable en la historia de Estados Unidos y el mundo, como símbolo de liderazgo comprometido, perseverancia y servicio desinteresado.