En consulta con la mayoría de los padres de adolescentes, comentan que sus hijos la mayor parte del tiempo reflejan aburrimiento, apatía o insatisfacción. Hacen referencia al personaje Ennui de la película Intensamente. Y hacen mención que el ennui no es simplemente aburrimiento ocasional; es una sensación persistente de desinterés y falta de propósito que puede resultar en una sensación de vacío.
Podemos entender que esta emoción puede surgir cuando las personas se sienten atrapadas en rutinas monótonas, carecen de estímulos o desafíos significativos, o cuando experimentan una falta de conexión con lo que están haciendo. Obviamente sabemos que el aburrimiento momentáneo, puede ser sano, ya que implica una reflexión sobre la falta de sentido o satisfacción en la vida en general y promueve la creatividad e inventiva.
En la adolescencia, el aburrimiento, la apatía y la falta de interés son fenómenos comunes que pueden tener un impacto significativo en el desarrollo personal y académico de los jóvenes y si se extiende en el tiempo, pueden llegar a ser síntomas de un trastorno del estado de ánimo. En un mundo saturado de estímulos digitales y una sobreabundancia de opciones de entretenimiento, la falta de estímulo puede resultar en una sensación persistente de insatisfacción. Este aburrimiento no es simplemente una reacción a la falta de actividades; también puede ser un signo de una necesidad más profunda de propósito y significado.
Los adolescentes apáticos pueden mostrar una indiferencia general hacia sus responsabilidades y actividades que antes les interesaban. Esta apatía puede estar relacionada con factores como la presión académica, problemas emocionales, o incluso la falta de apoyo y reconocimiento. Es crucial abordar estos problemas, no solo desde el juicio o el regaño, sino que también con empatía y comprensión. La comunicación abierta entre adolescentes y adultos puede proporcionar una plataforma para que los jóvenes expresen sus sentimientos y preocupaciones. Los padres y educadores deben estar atentos a estas señales y buscar maneras de reactivar el interés y el compromiso, fomentando:
- La comunicación abierta: es esencial crear un ambiente en el que tu hijo se sienta cómodo compartiendo sus pensamientos y emociones.
- Explorando nuevas actividades juntos: es bueno acompañarlos a descubrir sus pasiones y nuevos hobbies. No solo las actividades propias de los padres.
- Colocando metas realistas y alcanzables: establecer metas pequeñas y alcanzables. Teniendo en cuenta objetivos claros puede proporcionar un sentido de propósito y dirección. Celebra los logros, por pequeños que sean, para mantener alta la motivación.
- Estableciendo la autonomía: darle al adolescente la oportunidad de tomar decisiones sobre su vida y sus actividades. La autonomía puede aumentar su sentido de control y responsabilidad, soltarlos un poco para que puedan desarrollar su identidad propia.
- Brindando apoyo emocional: el aburrimiento y la apatía a veces pueden estar relacionados con problemas emocionales subyacentes como la ansiedad o la depresión. Si notas signos de problemas emocionales persistentes, busca ayuda profesional.
- Fomentando la conexión social: anima a tu adolescente a interactuar con sus amigos y participar en actividades grupales. La conexión social puede proporcionar apoyo emocional y aumentar el sentido de pertenencia, lo cual puede combatir la apatía. No solo en el espacio escolar debe compartir con sus compañeros y amigos.
- Fomentado el sentido del humor: es invaluable reírnos con ellos y no de ellos, el sentido del humor rescata y eleva las relaciones entre familia, aumenta la autoestima y reduce el estrés.
Pon en práctica estas estrategias, para apoyar a tu adolescente intensamente ennui, fomentando un ambiente positivo que les permita crecer y desarrollarse de manera saludable.
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LA ADOLESCENCIA ES EL PRIMER MOMENTO DE LA VIDA EN QUE DESCUBRIMOS QUE TENEMOS ALGO TERRIBLE QUE ESCONDER A LA GENTE QUE AMAMOS.