Redacción. En septiembre de 2022, la exploración espacial alcanzó un hito histórico cuando la misión DART de la NASA impactó contra el asteroide Dimorphos, logrando por primera vez cambiar la órbita de un objeto celeste.
Dimorphos, un asteroide de 151 metros de diámetro que orbita a su compañero más grande, Didymos, fue seleccionado como objetivo para esta prueba.
El propósito principal era alterar la órbita de Dimorphos, y el experimento resultó exitoso.
Sin embargo, el impacto no solo modificó su trayectoria, sino que también generó una nube de escombros de diferentes tamaños que se dispersaron en el espacio.
De acuerdo con un estudio reciente publicado en The Planetary Science Journal, algunos de estos fragmentos podrían alcanzar Marte y la Tierra en los próximos años.
Partículas atrapadas por campos gravitacionales
La investigación sugiere que las pequeñas partículas expulsadas podrían ser atrapadas por los campos gravitacionales de Marte y la Tierra.
Aunque estos fragmentos son demasiado pequeños para causar daño a nuestro planeta, podrían generar un fenómeno único.
Eloy Peña Asensio, científico principal del estudio explicó que algunos fragmentos podrían llegar a Marte en aproximadamente siete años.
Mientras que los más lentos tardarían unos 13 años en alcanzar la Tierra.
Posibilidades de entrar a la atmósfera terrestre
Según el estudio, estas partículas entrarían en la atmósfera terrestre, creando meteoros visibles, especialmente en el hemisferio sur.
No obstante, aún es incierto si estos fragmentos podrán verse como meteoros, ya que dependerá del monitoreo en los próximos años.
Michael Kueppers, científico de la misión Hera de la ESA, destacó que el estudio brinda una valiosa oportunidad para investigar el comportamiento de los escombros en el espacio.
«Sabemos el lugar exacto del impacto, las características del impactador y los detalles del material expulsado», comentó Kueppers.
Los investigadores concluyen que, aunque es posible que se genere una lluvia de meteoros, no representan ninguna amenaza para la Tierra.