El comercio internacional ha sido escenario de múltiples disputas arancelarias que han redefinido las relaciones entre países y bloques económicos. Entre ellas, Honduras ha sido parte de una de las más prolongadas y significativas.
Lo anterior, la llamada «guerra del banano», un conflicto comercial que enfrentó a varias naciones latinoamericanas contra la Unión Europea (UE) durante más de 20 años.
La disputa por el banano: un conflicto de décadas
El conflicto inició en 1993, cuando la UE implementó un régimen preferencial que favorecía a los países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) en la importación de bananos, imponiendo aranceles elevados a los países latinoamericanos.
Esto, incluidos Honduras, Ecuador, Colombia y Costa Rica, principales exportadores de la fruta.
Las naciones afectadas, respaldadas por Estados Unidos, llevaron la disputa ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que las restricciones europeas violaban los principios de libre comercio.
La batalla legal se extendió por años hasta que, en 2012, la UE y 11 países latinoamericanos alcanzaron un acuerdo que puso fin al conflicto y estableció una reducción progresiva de los aranceles.
Guerras arancelarias a nivel mundial
El caso del banano no ha sido el único conflicto comercial de gran escala en las últimas décadas. Algunas de las disputas más relevantes incluyen:
EE.UU. contra la UE por el acero y el aluminio
En 2018, la administración de Donald Trump impuso aranceles del 25 % al acero y del 10 % al aluminio importado, afectando principalmente a la UE y China.
La medida generó represalias, con nuevos impuestos a productos estadounidenses, lo que desató una guerra arancelaria. En 2021, ambos bloques alcanzaron una tregua parcial.

La batalla entre Boeing y Airbus
Durante más de 15 años, Estados Unidos y la UE se enfrentaron por los subsidios gubernamentales a sus fabricantes de aviones, Boeing y Airbus.
La disputa llevó a la imposición de aranceles multimillonarios en sectores ajenos a la industria aeronáutica, afectando exportaciones de vino, aceite y productos agrícolas.
En 2021, ambas partes acordaron suspender los aranceles durante cinco años.

EE.UU. y China: la guerra comercial más costosa
Desde 2018, Washington y Pekín han sostenido una guerra comercial que ha involucrado aranceles por más de 370,000 millones de dólares en productos tecnológicos, industriales y agrícolas.
Aunque en 2020 se alcanzó un acuerdo parcial, las tensiones económicas entre ambas potencias persisten.

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El impacto de las guerras arancelarias
Las disputas comerciales han tenido consecuencias directas en el comercio global, afectando a productores, exportadores y consumidores.
En el caso de Honduras y otros países latinoamericanos, la guerra del banano representó una lucha por el acceso justo a mercados internacionales y puso en evidencia las desigualdades en la regulación comercial.
Aunque algunos conflictos han llegado a acuerdos, el comercio mundial sigue enfrentando desafíos ante nuevas medidas proteccionistas que pueden desencadenar futuras guerras arancelarias.