San Pedro Sula. El mundo de la aviación hondureña está de luto tras el trágico accidente aéreo ocurrido el lunes 17 de marzo de 2025 en Roatán, Islas de la Bahía, que cobró la vida de 12 personas, entre ellas la del copiloto Francisco Lagos.
Francisco Lagos, un joven piloto hondureño, había dedicado su vida a la aviación desde 2011, trabajando arduamente para alcanzar su sueño de surcar los cielos.

Recientemente, había regresado de unas vacaciones en Colombia y compartió en sus redes sociales su entusiasmo por volver a su «oficina» en las alturas.
El fatídico vuelo de la aerolínea Lanhsa despegó del Aeropuerto Juan Manuel Gálvez en Roatán con destino a La Ceiba.
Minutos después del despegue, la aeronave sufrió un viraje brusco, salió de la pista y cayó al mar Caribe, según informes preliminares. Lagos, junto al capitán Luis Araya, perdió la vida en el accidente.
El último adiós
El cuerpo de Francisco Lagos fue recuperado y trasladado a la morgue de San Pedro Sula, donde familiares y amigos se congregaron para darle el último adiós.
Lea también: Los rostros de la tragedia aérea en aeropuerto de Roatán
Sus allegados lo recuerdan como una persona jovial, servicial y apasionada por la aviación. Su dedicación y amor por los cielos quedarán en la memoria de quienes lo conocieron.

La comunidad aeronáutica hondureña lamenta profundamente la pérdida de Francisco Lagos y de las demás víctimas de esta tragedia, resaltando la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad en la aviación nacional para prevenir futuros incidentes.

El legado de Francisco Lagos perdurará en los corazones de sus seres queridos y colegas, quienes seguirán recordándolo como un ejemplo de perseverancia y pasión por la aviación.