Redacción. El entrenador de la selección de México, Javier Aguirre, terminó con el rostro ensangrentado tras ser alcanzado por un objeto lanzado desde las gradas en el partido que su equipo perdió 2-0 ante Honduras, en la ida de los cuartos de final de la Liga de Naciones de la Concacaf.
Al concluir el encuentro, disputado en el Estadio Morazán de San Pedro Sula, Aguirre caminaba cerca de una de las graderías cuando un objeto le impactó en la cabeza.
La sangre comenzó a brotar del lugar del impacto, cubriendo parte de su rostro, una imagen que rápidamente se difundió a nivel mundial y ha generado indignación por el acto de violencia.
La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) expresó su repudio y condena al ataque, anunciando que ha tomado acciones para que la Concacaf actúe conforme al reglamento tras el incidente. «La FMF manifiesta su firme rechazo ante cualquier forma de violencia en el fútbol y reitera su compromiso con la seguridad. Hemos hecho las gestiones pertinentes a través de los canales oficiales para solicitar a Concacaf que actúe conforme al reglamento después de lo ocurrido esta noche en el Estadio Morazán», señaló la federación en un comunicado.
Asimismo, la FMF destacó la necesidad de que todos los involucrados en el fútbol, incluidos los directivos, jugadores, aficionados y medios de comunicación, colaboren para crear un entorno seguro para todos los participantes.
Este ataque al técnico mexicano podría acarrear una severa sanción para la Federación de Fútbol de Honduras (FFH).
Por ahora, la selección de Honduras se prepara para el partido de vuelta contra México, programado para el próximo martes 19 de noviembre en el Estadio Nemesio Díez de Toluca.