Un equipo de investigadores captó un misterioso estallido de actividad en el cerebro de pacientes en el momento de su muerte, lo que ha reavivado el debate sobre la existencia del alma y las experiencias cercanas a la muerte.
El estudio, realizado por científicos de la Universidad George Washington en 2009, monitoreó la actividad cerebral de siete pacientes terminales mediante electroencefalogramas (EEG) antes de ser desconectados del soporte vital.
Tras la detención de sus corazones, se registró un pico de actividad de alta frecuencia, denominado «sincronía gamma», que duró entre 30 y 90 segundos.
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El Dr. Stuart Hameroff, anestesiólogo y profesor de la Universidad de Arizona, sugiere que esta actividad podría estar vinculada a la conciencia y plantea la posibilidad de que represente el alma dejando el cuerpo.
«Los científicos vieron que todo se iba y luego captaron este estallido de actividad», explicó en una entrevista con el canal de YouTube Project Unity.
Hameroff, defensor de la teoría de la conciencia cuántica, sostiene que la información cuántica almacenada en los microtúbulos de las neuronas podría persistir después de la muerte.
«Si el paciente es reanimado, esta información podría regresar al cerebro, explicando las experiencias cercanas a la muerte. Si no, podría existir fuera del cuerpo indefinidamente, como un alma», afirmó.

Otras explicaciones
Sin embargo, la comunidad científica mantiene una postura más escéptica. Muchos expertos creen que la conciencia es un producto de interacciones complejas entre las neuronas y que la actividad registrada podría explicarse por factores fisiológicos.
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Los investigadores del estudio sugieren que la actividad cerebral detectada podría deberse a la privación de oxígeno.
En estados de hipoxia crítica, las neuronas pueden experimentar una cascada de descargas eléctricas descontroladas.
Lo que explicaría las visiones y sensaciones que muchas personas describen en experiencias cercanas a la muerte.

A pesar de las distintas interpretaciones, el hallazgo ha generado un profundo impacto en la comunidad médica y filosófica.
«En nuestra práctica de cuidados intensivos, hemos descubierto que la idea de que ‘algo’ sucede en el momento de la muerte es reconfortante para las familias», concluyeron los autores del estudio.
El debate sobre la naturaleza de la conciencia y lo que ocurre en el momento de la muerte sigue abierto. ¿Es la última chispa de actividad de un cerebro sin oxígeno o una pista de algo más trascendental?