A lo largo de la historia, la humanidad ha experimentado diversas etapas y creencias erróneas que demuestran lo equivocados que podemos estar. Durante siglos, se creía firmemente que nuestro planeta era plano, una creencia que se consideraba incuestionable e irrefutable. El aclamado científico Stephen Hawking (Oxford, 1942 – Cambridge, 2018) inicia su libro “Brevísima Historia del Tiempo” (dirigido a un público no familiarizado con la física teórica), con una anécdota.
Explica Hawking que, hace décadas, un científico dio una conferencia sobre astronomía donde explicó cómo la Tierra y el Sol se relacionan con el Universo. Una mujer (adulta mayor) cuestionó la explicación y propuso que el mundo era una placa plana sostenida por una tortuga gigante, a lo que el científico preguntó sobre qué se sostenía la tortuga. Aunque suena ridículo, reflexiona Hawking ese tipo de creencias, nuestra comprensión del espacio y del tiempo es limitado.
Hawking nos invita reflexionar sobre las estrellas, más allá de nuestra experiencia ordinaria, trae a nuestra memoria el planeta Mercurio, que es visible al atardecer, nos recuerda que es un planeta, pero muy diferente del nuestro. Cuando es de día, las temperaturas en Mercurio alcanzan los 400 grados Celsius, mientras que en la noche descienden hasta -200 grados Celsius, es realmente difícil de imaginar estos escenarios tan distantes. Hawking, reconoce el esfuerzo de las culturas antiguas en comprender el Cosmos y reconoce que en la actualidad se ha logrado comprenderlo gracias al avance de las matemáticas y las ciencias.
A pesar de todos los descubrimientos y la sólida evidencia científica que respalda que la Tierra es redonda, aún persisten individuos que dudan de esta realidad. Esto resalta la importancia del pensamiento crítico en nuestras creencias y conocimientos. Fomentar el pensamiento crítico nos permite cuestionar, analizar y comprender el mundo que nos rodea de manera más profunda. Aprendiendo de los errores del pasado, podemos avanzar como sociedad hacia un futuro más ilustrado y basado en un genuino entendimiento del Universo en el que vivimos.
La ciencia y el pensamiento crítico son herramientas poderosas para desentrañar los misterios del mundo, cuestionar suposiciones y explorar nuevas fronteras del conocimiento. Al adoptar una mentalidad crítica, estamos mejor preparados para enfrentar los desafíos del presente y del futuro, construyendo una sociedad más informada y con una comprensión más precisa de nuestro lugar en el Universo.
El pensamiento crítico es una habilidad en el siglo XXI, en la era de la información digital tenemos acceso a tantos datos, pero debemos tener la sabiduría para discernir el cúmulo de información que recibimos. Los centros educativos, más que enseñar materias o temas, tienen un aporte aún mayor, que es brindar las herramientas necesarias para desarrollar el pensamiento crítico.
Tener la capacidad de ser más analíticos, de interpretar los hechos más allá de la subjetividad, partiendo de algo muy básico, como es el saber preguntar. A veces pensamos que es necesario tener las respuestas siempre. Esto nos lleva a precipitarnos, a querer llenar ese vacío de conocimiento con mitos, como el que menciona Hawking, sobre la falsa creencia de que una tortuga gigante sostenía al mundo.
Hawking nos recuerda la importancia, de comprobar los hechos y no creer todo lo que leemos y lo que vemos: “Nuestras actuales ideas sobre el movimiento de los cuerpos datan de Galileo y Newton. Antes de ellos, la gente creía a Aristóteles, quien sostenía que el estado natural de los cuerpos era estar en reposo, y que sólo se movían si eran impulsados por una fuerza o un impacto… se dice que Galileo se tomó la molestia de comprobar si cuerpos de peso diferente caían a velocidades diferentes…” Galileo demostró que lo que había afirmado uno de los grandes sabios de todos los tiempos Aristóteles era incorrecto, dejando caer pesos desde la torre inclinada de Pisa.
En el ámbito familiar y educativo, es esencial proporcionar a las personas las herramientas necesarias para desarrollar habilidades de pensamiento crítico, ya que esto les permitirá ser más analíticas, cuestionar y discernir la veracidad de la información. ¿Estamos preparando a las generaciones futuras para enfrentar los desafíos que les toca vivir con una mentalidad reflexiva y fundamentada en el razonamiento lógico?