Este miércoles se implementó un cese al fuego de 60 días entre Israel y el grupo Hezbollah, marcando una pausa en las hostilidades que han persistido durante 14 meses. El acuerdo, respaldado por Estados Unidos y Francia, inició a las 04:00 hora local (02:00 GMT) y busca reducir las tensiones en la región.
El conflicto, que escaló tras el ataque de Hamas contra Israel el 7 de octubre de 2023, llevó a Hezbollah, alineado con Irán, a intensificar sus ataques en la frontera norte de Israel.
Esto resultó en un estado de guerra en septiembre, dejando miles de desplazados en Israel y cientos de miles en Líbano debido a los enfrentamientos.
En la víspera del cese al fuego, Israel realizó intensos bombardeos en Beirut y el sur de Líbano.
Mientras Hezbollah lanzó cohetes hacia el norte de Israel, activando alarmas de ataque aéreo.
La ONU celebra el acuerdo
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó su apoyo al cese al fuego y manifestó esperanza de que esto sea un paso hacia el fin de la violencia en la región.
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“Confío en que este acuerdo ponga fin al sufrimiento y destrucción que ambos países han experimentado”, declaró a través de su portavoz, Stéphane Dujarric.
También instó a las partes a implementar plenamente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que desde 2006 exige la retirada de Hezbollah del sur del Líbano.
La Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL) y la coordinadora especial de la ONU para ese país reiteraron su disposición para apoyar la implementación de este acuerdo, conforme a sus respectivos mandatos.
El alto al fuego es visto como un paso crucial para aliviar las tensiones en una región marcada por el conflicto prolongado, aunque persisten desafíos significativos para garantizar una paz duradera.