Irán. El reciente incidente en el que se vio involucrado el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ha disparado las preocupaciones sobre el futuro político iraní y la incertidumbre de quién lo sustituiría en el caso de su muerte.
“En caso de fallecimiento, destitución, dimisión, ausencia o enfermedad por un tiempo superior a dos meses del Presidente, el vicepresidente primero tomará el mando”, indica el artículo 131 de la Constitución de la República Islámica de Irán.
Pero esto debe de contar con el “consentimiento del Líder supremo” del país, Ali Jamení.
El actual primer vicepresidente de Irán es Mohammad Mokhber, de 68 años, que ocupa el cargo desde 2021.
Y, quien, antes ocupó puestos como la dirección del poderoso conglomerado “Ejecución de la Orden del Imán Jomeiní” (EIKO, en inglés) por lo que está sancionado por Estados Unidos desde 2021.
Además, se tendría que “formar un consejo integrado por el presidente del Parlamento, el presidente del Poder Judicial y el vicepresidente primero de la república».
Este, «en un plazo no superior a 50 días, tendrá que realizar las elecciones para elegir al nuevo presidente del país”, de acuerdo con la Constitución del país.
Fallecimiento del vicepresidente
En caso del fallecimiento del vicepresidente primero o por otras circunstancias que impidan el desempeño de su labor, el líder supremo nombraría a otra persona en su lugar.
Estas serían las circunstancias a las que se enfrentaría Irán en el caso de que el presidente Raisí perdiera la vida.
Lo anterior, tras el aterrizaje forzoso de su helicóptero este domingo en la zona de Kalibar y Warzghan, situada en la provincia de Azerbaiyán Oriental, en el noroeste del país.
Aunque desde hace horas, al menos 65 equipos de rescate están buscando el aparato, aún no han podido hallarlo por a la situación climática.
Además de la densa neblina y las fuertes lluvias.
Lea también: El helicóptero del presidente iraní sufre accidente y se desconoce su paradero
Régimen duro
Ebrahim Raisi de 63 años, un clérigo religioso de la línea dura, elegido presidente de Irán en 2021.
En unas elecciones presidenciales con la participación más baja en la historia de la República Islámica.
Durante su Gobierno se ha intensificado la represión contra activistas, mujeres y críticos con el régimen.