Durante el gobierno de don Manuel Bonilla (1903-1905) se fundó la Escuela Normal de Señoritas y en 1906 se fundó la Escuela Normal de Varones; estas instituciones formaron muchos profesionales de la educación en Honduras.
En 1916 surge la primera organización magisterial: la “Sociedad Copaneca de Maestros”, en Santa Rosa de Copán, la organización logra un notable crecimiento y construye la Casa del Maestro en Santa Rosa de Copán. El 5 de mayo de 1928 se fundó en Tegucigalpa la “Sociedad Magisterio Nacional”, reconocida legalmente por acuerdo número 1084 del 1 de diciembre de ese mismo año. El 7 de diciembre de 1929 se realizó la primera asamblea nacional del magisterio, con el propósito de unificar el magisterio nacional.
En la década de los años 30, surgen una serie de dictaduras en Centroamérica con carácter represivo que intentaron frenar el movimiento popular; el magisterio nacional sufre una embestida con la dictadura de Tiburcio Carías Andino. El general Carías llega al poder en 1933, con el apoyo del consorcio bananero, este largo periodo se caracterizó por la violación sistemática de los derechos humanos, las libertades públicas y las leyes en el país. Desde la llegada de Carías al poder, las organizaciones de los trabajadores fueron ilegalizadas, la represión del régimen repercutió en el magisterio esencialmente en dos aspectos: en la estabilidad laboral y en lo ideológico. En cuanto a la estabilidad laboral, los maestros no gozaban de ella, pues estaban sujetos a la voluntad de los partidos políticos de turno. A los docentes se les prohibía participar en cargos de elección popular porque se les consideraba apolíticos y la única forma de participar era siendo militante del “cariísmo”, ya que, si lo hacía por otro partido, como el liberal, recibía el despido inmediato. Durante ese periodo predominó la concepción “apostólica de la función del docente”, (vestimenta extremadamente formal, estilo de vida conservador); esto sirvió al régimen para encubrir los bajos salarios y la represión. Las sociedades de maestros que existían solo tenían fines académicos y no para reivindicar los derechos laborales de la clase trabajadora en la docencia.
En 1951 se reconoce legalmente la Federación Hondureña de Maestros, la federación surge como una institución de carácter gremial, apolítica en sentido partidista y laica. Cuyos fines son unificar al magisterio nacional, mejorar el nivel económico del maestro, crear conciencia en materia laboral en el magisterio, exigir la formación y vigencia del escalafón de maestros. La federación logró una cobertura nacional, pero tuvo corta vida por la lucha interna y el ascenso del Partido Liberal al Gobierno; ya que esta organización tenía membrete nacionalista. El ascenso del doctor Ramón Villeda Morales al poder en 1957, significó el planteamiento de reformas y la institucionalización de algunas conquistas logradas por los trabajadores del país. El 17 de mayo de 1962, se aprobó la Ley de Colegiación Profesional Obligatoria, con ella se sientan las bases para la organización de los colegios profesionales, cuyos fines son regular el ejercicio de la profesión, regular la conducta de sus miembros, entre otros.
La primera lucha magisterial se realizó en 1963, el 2 de junio el magisterio se toma todas las escuelas de la capital y el día 3 de junio la capital amaneció interrumpida, los maestros se tomaron las calles y el movimiento huelguístico de local pasó a ser nacional. La arrolladora fuerza del movimiento obliga al presidente Villeda Morales a reunir la facción liberal mayoritaria en el Congreso Nacional dirigida por el doctor Modesto Rodas Alvarado para buscar solución al problema. El 4 de junio se reunió el Congreso Nacional, en el cual se aprobó un significativo aumento salarial al magisterio; lo cual constituye la primera victoria del gremio magisterial; aquella gran victoria marcó la historia del magisterio en particular y del país en general porque de esta lucha nació lo que después se denominó el Colprosumah, iniciándose con ello la reivindicación y dignificación de los maestros y una serie de transformaciones de la educación en el pueblo. El ejemplo de unidad patentizado en la lucha culminó el 4 de junio de 1963, hizo al Colprosumah nacer y en él se aglutinó la mayoría de los maestros de Honduras; inmediatamente después de culminada la lucha, surgió la necesidad de estructurar la entidad que lucharía por las futuras conquistas. Se pensó en un sindicato, pero la Ley de Colegiación recién creada en 1962 exigía formar un colegio.
El 5 de diciembre en 1963 se solicitó la personería jurídica del Colprosumah, la cual fue otorgada un año después; la demora se debió porque el gobierno la consideró un grupo de choque antagónico a los intereses del gobierno instaurado en ese periodo. La entrega del Proyecto de la Ley Orgánica del Colprosumah desató una campaña de desestabilización tendiente a liquidar la organización, se produjo una ola de despidos, persecuciones, encarcelamiento a los maestros de tendencia liberal, ya que los nacionalistas habían apoyado el golpe militar.
A partir de1963 se inicia un nuevo periodo que se denomina el gremialismo, el cual se caracteriza por una nueva forma de organización, la cual no es una iniciativa del magisterio sino de las decisiones del gobierno. En 1964 Ricardo Zúniga Agustinus, asesor presidencial, y el coronel Oswaldo López Arellano, reúnen a los 18 supervisores departamentales, a fin de destruir el Colprosumah, con la escalada represiva la seccional más afectada fue la de Santa Bárbara, que quedó totalmente desintegrada, hasta el año 1966 que se logró reorganizar y pasa a ser la seccional N° 28. El Colprosumah desde sus inicios surgió como un verdadero baluarte del magisterio hondureño, pues su nombre, origen y trayectoria es sinónimo de lucha, de superación y combatividad y siempre teniendo como preocupación el respeto de los derechos del magisterio hondureño. Actualmente el Colprosumah está conformado por una Junta Central Ejecutiva, Tribunal de Honor y muchas seccionales en todo el país, integradas las directivas por miembros del Movimiento Unidad Transformadora del Colprosumah y por el Movimiento Leovigildo Pineda Cardona; que honra con su nombre a un gran dirigente que dejó huella en el magisterio.
Hay tanto por contar de nuestro querido Colprosumah, se han escrito tantas historias, libros y ensayos, sin embargo, podemos decir que el Colprosumah es el padre de todas las luchas del magisterio y el guía de nuestro gremio, vivirá por siempre victorioso mientras sus hijos seamos responsables y dignos en nuestra carrera docente. Uno de sus slogans es: “El Colprosumah nació en la lucha y vivirá por siempre en la lucha por la defensa de los intereses del magisterio de Honduras”. (Información tomada del Libro: “Un Compendio de luchas reivindicativas”, del Colprosumah).