Brasilia. Miles de personas se han concentrado este miércoles frente a las puertas de cuarteles en Sao Paulo, Brasilia y Río de Janeiro, para exigir una «intervención militar» contra la victoria electoral del líder Lula da Silva.
Según la Policía de Carreteras, este miércoles, persistían 167 bloqueos de camioneros, de los cerca de 500 que había el pasado lunes, un día después de las elecciones.
En uno de esos bloqueos, en la ciudad paulista de Baruerí, los camioneros se negaban a levantar la protesta.
Por esa razón, la policía los reprimió con gases lacrimógenos, lo que generó pequeños incidentes, hasta el momento sin víctimas.
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La protesta de los camioneros, ha perdido intensidad desde que Bolsonaro, líder de la ultraderecha, terminó de admitir su derrota.
Bolsonaro se pronunció sobre el resultado de las elecciones este martes, unas 45 horas después de que el escrutinio oficial sentenció la victoria de lula.
Mientras Bolsonaro estuvo en silencio, sus simpatizantes más ultras iniciaron el movimiento que exige a las Fuerzas Armadas un golpe militar.
Sin embargo, los golpistas fueron desautorizados por el propio Bolsonaro en su pronunciamiento.
Asimismo, dijo que el «movimiento popular» era «fruto de la indignación y el sentimiento de injusticia por cómo se dio el proceso electoral».
Aún así, Bolsonaro afirmó que «las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas», pero reforzó que sus métodos «no pueden ser los de la izquierda, que siempre perjudicaron a la población, como la invasión de propiedades o la destrucción de patrimonio».
Además, subrayó que nadie puede impedir «el derecho de ir y venir». EFE