23 C
Honduras
domingo, abril 20, 2025

El arte perdido del saber esperar

¿Usted es de los que se mete en la cola cuando va en su auto? Me refiero, el tráfico en las ciudades de Honduras va cada día en aumento, es innegable, pero así mismo o, pese a toda la variedad de cosas que ocurren todos los días mientras uno se desplaza, ya sea de ida o regreso al trabajo, siempre es eso.

Las personas que a la fuerza se meten para no hacer cola. Esto ocasiona muchas veces choques que atrasan más el tráfico, o bien accidentes que de una u otra manera se cobran víctimas.

Todo esto sin contar las frases de cariño y las peleas que se dan cuando se pone acalorada la situación. Quiero poner en contraste, un maestro que tuve en el colegio. Muchas veces lo mirábamos llegar, se quedaba en el carro su buen rato, y luego se bajaba.

Siempre nos contaba que muchas veces era para esperar que terminara de sonar en su radio, una de las canciones que tanto le agradaban.

¿Ha hecho eso? Tomarse unos minutos para qué termine esa canción ¿O ya ni eso disfruta?.

Lejos de causarnos gracia, admirábamos mucho eso en él, pues pensábamos que era una persona que disfrutaba todavía las pequeñas cosas de la vida. El tiempo nadie lo detiene. Todos lo sabemos.

Pero parte de lograr muchas cosas con el tiempo, aunque suene a una paradoja, es el perdido arte de saber esperar.

Usted no puede disfrutar en su dispositivo una canción solo con el hecho de acelerarla. No puede hacer que un aguacate madure más rápido, solo por haberlo bajado antes.

No puede hacer que su pareja se arregle de prisa, solo porque usted ya está. Hay cosas que sencillamente, debemos esperar.

Esperar en los dos sentidos. Esperar en el tiempo, me refiero a tener paciencia y esperar con expectativa de que algo va a ocurrir y trabajar en ello.

Hoy día, en las empresas, estamos dejando de dar ese beneficio con las personas. El hecho que todos van a su ritmo. Y todos tienen su tiempo.

La mentoría es así, y creo que eso es uno de los aspectos que se ha perdido. No por poner a veinte personas en un salón y darles una capacitación de dos días, signifique que al salir son expertos en ventas.

Tiempo de cocción. Hay que saber que muchas veces, algunas personas se hornean a fuego más lento que otras, pero que lo lograrán.

Allí es donde debemos poner nuestra cuota de expectativa, de que van a lograrlo. Y si quiere formar un equipo unido y sólido, muchas veces le va a tocar regresar por esa persona, “apurarlo” un poco, pero acompañarlo a su ritmo.

Hemos olvidado la palabra “proceso” en la estrategia. Ya se dé cambio, de lograr cosas, o bien cuando agendamos metas para lograr. Todos tenemos procesos y formas de aprender diferente, a diferentes ritmos y debemos aprender, como líderes, a leerlos.

No trate de meterlos en la cola a la fuerza, solo para que sigan el ritmo de los demás si al final eso le puede pasar factura de que ni sepan lo que hacen.

La era digital nos ha llevado a compararnos tanto, que perdemos nuestro enfoque. Vemos al vecino haciendo esto, lo otro, que perdemos de vista nuestro paso y podemos tropezar.

Paciencia, amigos. Esta columna es inspirada a raíz de un dicho de un cliente que me decía: “No estamos sembrando rábanos”, sino robles. Tiene toda la razón, algunas cosas tomará más tiempo. ¡Sepa dárselo! A sus hijos, a su vida, avance

Enrique Zaldivar
Enrique Zaldivar
2050 Comunicaciones
- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: