El ajedrez se juega en Europa desde el siglo XV, pero este se origina en otros juegos, el shatrani de origen persa (Irán) y otro proveniente de la India, en el siglo VI.
En el ajedrez cada jugador tiene el mismo número de piezas, 16 en total, pero no todas tienen el mismo nivel de importancia y para capturar una pieza del jugador oponente hay que seguir ciertas reglas ya establecidas en este juego.
El rey y la reina sin duda son los más importantes, pero al final todos tienen una función esencial, sin peones no se puede coronar, sin alfiles, caballos y torres es difícil tener una buena estrategia para lograr poner jaque mate al rey del competidor.
Los que conocen bien este juego, saben que no se puede desperdiciar un movimiento, se debe seguir un plan para lograr vencer al oponente.
En este juego, que también se considera deporte y ciencia desalienta momentos improvisados, se debe seguir una estrategia. La concentración total en el juego es fundamental para ganar.
Tomando la analogía de este juego podemos comprender como funciona el poder y la economía. Así como en el ajedrez, una buena estrategia nos puede llevar a ganar, perder o empatar, no tener un plan bien definido nos puede hundir.
Cuando el presidente de Estados Unidos anunció la nueva política comercial de su país, el planeta entero se estremeció, la jugada estaba en el tablero, el primer intento de jaque para “Make America Great Again” (Hacer América grande otra vez), apunta a su principal oponente comercial, que ha logrado expandir su comercio por todo el planeta, todo es prácticamente “Made in China” (Hecho en China) aunque el diseño sea nórdico.
Silenciosamente han logrado ser una potencia mundial, sin expansiones territoriales, ni conflictos bélicos recientes.
Los aranceles si bien es cierto afectan a la mayoría de los países, para China tiene una dedicatoria especial, busca poner en jaque mate a los chinos, presionándolos económicamente.
Aunque los Estados Unidos continúa siendo la primera potencia mundial si se mide por el PIB nominal, China es el primer productor de manufacturas, exportador mundial de bienes, con las mayores reservas internacionales.
En tecnología e innovación China es un aliado clave para las empresas norteamericanas, los famosos celulares iPhones y otras marcas reconocidas, así como computadoras fueron exoneradas, del arancel del 125% impuesto a las importaciones chinas.
Ahí podríamos ver que el tablero de los Estados Unidos se ha complicado en su intento de poner en jaque a China, ya que estos vienen desarrollando un juego a largo a plazo, ya tenían un plan de escape antes del ataque o en el caso de la inminente guerra comercial.
Silenciosamente fueron atrayendo empresas norteamericanas que son las mismas que ahora hacen lobbying para evitar los desproporcionados aranceles impuestos. Además, los chinos han atraído cliente de todas partes del mundo, no dependen solamente del mercado norteamericano.
En una visión de largo plazo los chinos han venido comprando minas, tierras raras, petróleo y gas en África, América Latina y Asia. El concepto de “tierras raras” no tiene nada de “raro”, más bien son los 17 elementos que contiene la tabla periódica que estudiamos en el colegio y para muchos no tenía sentido aprenderla de memoria.
Ahora, vemos la gran relevancia que tiene, al punto que los Estados Unidos para dejar de depender de China, negocía con Ucrania su apoyo a cambio de las tierras raras, sin estos elementos no se puede fabricar tecnología.
La movida en ajedrez es de dominar las casillas invisibles, sin ataque, pero controlando lo que se ocupa.
El principal socio comercial de Honduras es EE. UU y en medio de este juego de dos potencias mundiales, países con alto grado de corrupción y dependencia como el nuestro, podrían considerarse como peones que tienen una gran presión para mantenerse en el juego y continuar del lado norteamericano.
No la tenemos nada fácil en estas tierras donde podría fluir leche y miel. Cuando le toque al Honduras tomar partido en contra de los productos chinos, la economía nacional será afectada, pero no hacerlo será peor.
Si seguimos con la analogía del ajedrez, Honduras tiene que hacer una jugada llamada zugzwan (del alemán “obligación de mover”), el jugador debe mover una pieza, para mantenerse en el juego.
Si al menos Honduras mejorará su política doméstica y tuviera mayor probidad administrativa, podría quizás siguiendo las reglas del ajedrez, con un simple peón coronar y convertirse en una dama o reina.