Estados Unidos envió este lunes dos vuelos con migrantes venezolanos deportados, marcando la reactivación de los retornos directos a Venezuela.
La medida fue confirmada por la Casa Blanca tras recibir la autorización del gobierno de Nicolás Maduro para recibir a los ciudadanos repatriados.
El encargado de supervisar estos primeros vuelos fue Richard Grenell, enviado especial del presidente Donald Trump.
Quien recientemente se reunió con Maduro en Caracas para discutir el proceso de deportación.
Primeros vuelos y supervisión oficial
La Casa Blanca informó a través de sus redes sociales sobre la reanudación de los vuelos de repatriación y compartió una imagen en la que se observa a Grenell supervisando el abordaje de los deportados.
A quienes trasladaron en un avión de la aerolínea estatal venezolana Conviasa.
“El embajador Richard Grenell supervisó los dos primeros vuelos de repatriación a Venezuela”, señaló la publicación oficial, acompañada del mensaje: ‘Hagamos que Estados Unidos sea seguro otra vez’.
Por su parte, el gobierno venezolano confirmó que los aviones enviados pertenecen a Conviasa y que los deportados serán sometidos a investigaciones.
Según un comunicado oficial, algunas de las personas repatriadas estarían presuntamente ligadas a actividades delictivas o al grupo criminal conocido como Tren de Aragua.
Contexto político y medidas migratorias
El traslado de deportados se produce tras la visita de Grenell a Caracas, donde se reunió con Maduro pocos días después de su juramentación para un tercer mandato.
La administración de Trump, junto con varios países occidentales, no reconoce la legitimidad del gobierno venezolano y sostiene que la oposición, liderada por Edmundo González, ganó las elecciones con un margen de más de 2 a 1.
El presidente Trump también se pronunció sobre el acuerdo de repatriación a través de su plataforma Truth Social, destacando que Venezuela aceptó recibir a todos los migrantes irregulares.
Incluidos presuntos miembros del Tren de Aragua, y se comprometió a proporcionar el transporte de retorno.
En paralelo, la administración Trump ha intensificado su política de control migratorio, revocando recientemente una decisión del expresidente Joe Biden que protegía a unos 600,000 venezolanos de la deportación.
Lo que podría poner en riesgo de expulsión a miles de ellos en los próximos meses.
Migración venezolana y tensiones diplomáticas
Desde 2013, más de 7,7 millones de venezolanos han abandonado su país debido a la crisis económica y política.
Si bien la mayoría ha buscado refugio en países de América Latina y el Caribe, en los últimos años ha aumentado significativamente la migración hacia Estados Unidos.
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El traslado de deportados venezolanos supone una excepción a las restricciones de vuelos directos impuestas por el Departamento de Transporte de EE.UU. en 2019.
Esto, cuando Washington rompió relaciones con Caracas y aplicó sanciones económicas para presionar la salida de Maduro.
Las autoridades venezolanas insisten en que la criminalización de los migrantes responde a una “narrativa falsa y malintencionada”.
De esa forma, afirmando que la mayoría son personas trabajadoras y que los repatriados serán sometidos a investigaciones rigurosas.