La vida del célebre compositor Ludwig van Beethoven, marcada por problemas de salud y su icónica sordera, ha sido motivo de fascinación durante siglos, por lo que su ADN es vital para dichas investigaciones.
Ahora, un equipo de científicos ha revelado detalles inéditos tras analizar el ADN extraído de muestras auténticas de su cabello.
Este estudio no solo arroja luz sobre las posibles causas de su fallecimiento, sino que también desvela un inesperado secreto familiar.
El enigma de su salud y sordera
Beethoven murió el 26 de marzo de 1827, a los 56 años, tras enfrentar numerosos problemas de salud.
Su pérdida de audición progresiva, que comenzó en su juventud y lo dejó completamente sordo en su madurez, es objeto de innumerables teorías.
Incluso en su testamento, el compositor expresó su deseo de que los médicos investigaran las causas de su afección, un misterio que hasta hoy sigue sin resolverse completamente.
Un estudio reciente ha descartado la hipótesis de envenenamiento por plomo, sugerida en décadas pasadas.
Sin embargo, los investigadores sí identificaron una enfermedad hepática como la causa probable de su muerte.
Según el análisis dirigido por Johannes Krause, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, Beethoven habría padecido una infección crónica por hepatitis B, agravada por el consumo de alcohol.
Un secreto oculto en su linaje
El ADN de Beethoven también reveló algo sorprendente sobre la ascendencia del compositor.
Al analizar su cromosoma Y, los científicos detectaron una discrepancia genética que sugiere que en algún momento de su árbol genealógico paterno ocurrió una paternidad no registrada oficialmente.
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Este hallazgo añade un nuevo y misterioso capítulo a la historia de Beethoven, cuyo linaje es objeto de un extenso estudio.
A pesar de estos avances, el origen de su sordera y sus problemas gastrointestinales sigue siendo incierto.
«Aunque logramos responder algunas preguntas, muchas otras permanecen sin resolver», afirmó Krause.
Este análisis no solo da un giro a lo que sabemos sobre Beethoven, sino que también demuestra cómo la ciencia moderna puede desenterrar los secretos mejor guardados del pasado.