En una jornada marcada por el clima de tensión y la alta expectativa, Daniel Noboa fue reelecto como presidente de Ecuador este domingo 13 de abril, tras imponerse en la segunda vuelta electoral con el 55,94 % de los votos frente al 44,06 % de su rival, Luisa González.
El resultado fue confirmado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) tras el cierre de urnas a las 17:00 (hora local) y el avance del escrutinio oficial.
Con casi el 76 % de las actas procesadas, Noboa, del movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), logró consolidar una ventaja de aproximadamente un millón de votos sobre la candidata de la Revolución Ciudadana, el partido liderado por el expresidente Rafael Correa.
El mandatario reelecto gobernará hasta el año 2029, en un país que atraviesa una compleja situación de inseguridad y crisis institucional.
El balotaje se celebró en un contexto de creciente violencia, con el país bajo estado de excepción, decretado por el propio Noboa tras el incremento de ataques del crimen organizado.
A pesar de ese escenario, la jornada transcurrió sin incidentes de gravedad y con una participación ciudadana cercana al 80 %, según estimaciones preliminares del CNE.
Noboa siguió el conteo de votos desde su residencia en la comuna costera de Olón, en la provincia de Santa Elena, donde también emitió su voto durante la mañana acompañado de su familia.
Mientras tanto, González permaneció en la sede de su partido en Quito, desde donde monitoreó los resultados en compañía de sus colaboradores.
El actual mandatario asumió por primera vez la presidencia en noviembre de 2023, tras imponerse en una elección extraordinaria para completar el mandato del expresidente Guillermo Lasso.
Su victoria de este domingo lo convierte en el primer presidente ecuatoriano menor de 40 años en ser reelegido.
Primer mandato
Durante su breve primer mandato, Noboa tomó medidas firmes en materia de seguridad, incluyendo la declaratoria de conflicto armado interno contra bandas criminales.
Estas políticas parecen haber sido respaldadas por el electorado, que le otorgó una contundente victoria en la segunda vuelta.
Con el nuevo mandato ya asegurado, el reto para Daniel Noboa será consolidar la estabilidad política, frenar la violencia y recuperar la economía de un país que demanda respuestas urgentes.
La transición hacia un gobierno con mayor respaldo popular plantea tanto oportunidades como enormes desafíos para el joven presidente ecuatoriano.