La extendida costumbre de dirigirse a la inteligencia artificial con palabras de cortesía como «por favor» y «gracias» está generando costos inesperados y significativos para las empresas desarrolladoras.
Sam Altman, CEO de OpenAI, la compañía detrás del popular ChatGPT, reveló recientemente que estas interacciones amables representan un gasto computacional del orden de decenas de millones de dólares.
Aunque parezca sorprendente, la cortesía humana en el reino digital tiene un precio tangible.
Altman, en una publicación a través de la plataforma X, reconoció la magnitud de esta inversión, pero la calificó como «dinero bien invertido».
Sus declaraciones ponen de manifiesto la escala de las operaciones necesarias para procesar el lenguaje natural, incluso en sus formas más educadas.
Cada palabra adicional, cada matiz de cortesía, implica un mayor consumo de recursos computacionales y, por ende, un incremento en los costos operativos para mantener en funcionamiento estas avanzadas inteligencias artificiales.
Ante este panorama, la recomendación para los usuarios se vuelve clara: ser concisos y directos al formular sus consultas a la IA.
Si bien la amabilidad es una virtud humana valiosa, en el contexto de la interacción con modelos de lenguaje como ChatGPT, la eficiencia en la comunicación puede traducirse en una optimización de los recursos y, potencialmente, en una reducción de los costos operativos a largo plazo para las empresas proveedoras.
@chema.aznar Otro día os doy 5 tips para escribir los mejores prompts para ChatGPT si me hacéis saber que os interesa este tema con un «me gusta»
Un estudio realizado el año pasado reveló la arraigada tendencia humana a la cortesía incluso en las interacciones con entidades no biológicas.
La encuesta arrojó que un considerable 67% de los estadounidenses y un 71% de los británicos suelen emplear términos amables al comunicarse con la inteligencia artificial.
Las motivaciones detrás de esta conducta son diversas, siendo la principal la simple consideración de que «es lo correcto».
Curiosamente, un 12% de los encuestados admitió utilizar la cortesía como una medida preventiva ante una hipotética «rebelión de las máquinas», una idea popularizada por la ciencia ficción.
Por otro lado, la mayoría de quienes optan por un lenguaje directo argumentan que lo hacen con el objetivo de agilizar la conversación y ahorrar tiempo, priorizando la eficiencia sobre las formas en su comunicación con la IA.
Sin embargo, no todos comparten esta visión pragmática. Otros usuarios han manifestado su desacuerdo con la omisión de las palabras de cortesía al interactuar con los robots de inteligencia artificial.
Argumentan que «usar un lenguaje cortés establece el tono para la respuesta», sugiriendo que la amabilidad en la pregunta podría influir positivamente en la calidad o el estilo de la respuesta generada por la IA.
Este debate subraya la compleja y cambiante relación entre los humanos y la inteligencia artificial, donde incluso los gestos más simples de cortesía tienen implicaciones económicas y filosóficas.