Para muchos existen solo 7 maravillas en el Mundo pero a lo largo y ancho del planeta se encuentran lugares de una belleza única y una naturaleza salvaje que es inevitable incluirlas en esa categoría.
Se trata de rincones que han conseguido convivir con el ser humano, donde la Tierra se ha encargado de transformar de forma natural a través de la geología, la biodiversidad y la historia.
En la actualidad existen dos listados oficiales que recogen cuáles son las siete maravillas naturales del mundo: el de New 7 Wonders of Nature y el de Seven Natural Wonders.
Lo que nos da un total de 14 enclaves que merecen estar en cualquier lista de futuros viajes.
Las Amazonas
La selva del Amazonas y su río homónimo son compartidos por nueve países en total: Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa (Francia), Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
El Amazonas es considerado como el bosque más grande del mundo, cubre un área de 6,7 millones cuadrados.
Lo anterior, la hace merecedora del sobrenombre de “el pulmón del mundo”.
Esta gran masa arbórea ocupa más de un tercio de la superficie de cada uno de los países en los que se adentra, lo que la convierte en la reserva biológica más importante para todos ellos.
El río de mayor caudal del mundo y el más largo según los expertos lo atraviesa, contribuyendo a un extraño fenómeno, el maremoto Pororoca.
El cual se da durante la luna llena y que genera una de las olas más largas del mundo.
Bahía de Halong
La bahía de Halong, traducida del vietnamita Bahía del dragón descendente, es considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994.
Sus miles de karsts e islas de piedra caliza forman una de las más bellas estampas del lugar.
Donde sin lugar a duda los viajeros intentan obtener las mejores vistas tanto desde el agua como desde el aire.
La bahía ocupa alrededor de 1.533 km2 y en ella se encuentran alrededor de 2000 islotes, que surgieron gracias al impacto del clima tropical húmedo.
Algunos de los lugares más visitados de esta maravilla natural son cuevas como la de Sung Sot, repleta de estalactitas y formaciones cársticas.
Además de la Isla Cat Ba, hogar de un parque nacional; o las aldeas flotantes, como Vung Vieng.
Isla Jeju
La isla volcánica de Corea del Sur es uno de los destinos preferidos tanto por los habitantes del país como para los que viajan hasta dicho lugar.
También es considerado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cuenta con la Reserva de la Biosfera y Geoparque Global.
En sus 73 km de ancho y 31 de largo fue un destino poco conocido por su ubicación en el Estrecho de Corea, pero ahora la Ciudad de Jeju y la de Seogwipo, además de la naturaleza circundante, acogen a numerosos visitantes.
En la isla, los harubang, figuras de piedra volcánica, son los que se encargan de proteger a todos los seres.
Ideal para los amantes del senderismo, nada mejor que ascender hasta el volcán Hallasan, aunque las vistas de la cascada Jeongbang.
Asimismo, las playas como Jungmun Saekdal le roben el protagonismo.
Cataratas de Iguazú
El Parque Nacional Iguazú, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1948, conserva una de las mayores biodiversidades del país.
Este se ubica en Argentina, su geografía está marcada por el río Iguazú, que en guaraní significa “agua grande”, lo que da una idea de su magnitud.
Este río, compartido con Brasil, desemboca en el estado brasileño de Paraná, creando una maravillosa cascada de 1.500 metros de ancho.
Mismo que cae sobre islas e islotes y desemboca en un barranco de lava que se formó hace ya 120 millones de años.
La Garganta del Diablo es su mayor salto, con 82 metros de altura, pero en total son 275 los saltos que pueden observarse desde las pasarelas.
El lugar cuenta con más de 418 especies de aves y animales como el yaguareté o los monos caí.
Río Subterráneo de Puerto Princesa
Este área protegida de Filipinas se encuentra a tan solo unos 80 km al norte de la ciudad Puerto Princesa.
Se ubica en la Cordillera de Saint Paul, al oeste de la isla, limitando con la bahía del mismo nombre al norte y el río Babuyan al este.
Para llegar hasta la entrada al río subterráneo se puede llegar por un pequeño camino o, si en barco desde la ciudad de Sabang.
Este impresionante lugar vivió un nuevo descubrimiento en 2010, cuando un grupo de geólogos descubrió que este río subterráneo tenía un segundo piso.
Lo que dejaba en el aire la existencia de pequeñas cascadas y hasta una cúpula de 300 metros sobre el río.
Además de un pozo de agua profundo, más canales y otras cuevas, sin contar la biodiversidad marina que habita en el lugar.
Isla de Komodo
Esta pequeña isla de Indonesia vinculada a los dragones de Komodo, unas criaturas naturales de este rincón del planeta conocidas como los reptiles más grandes del mundo.
Patrimonio de la Humanidad desde 1991, se cree que la tribu más conocida de la isla, la Ata Modo, es capaz de hablar con estos animales.
El Parque Nacional en el que se encuentra ofrece a los visitantes desde playas rosadas debido a la alta concentración de corales rojos hasta verdaderas maravillas sumergidas, como las que se encuentran en Manta Point.
El mirador de Padar es el más emblemático, pues desde ahí pueden observarse las arenas blancas, el océano azul verdoso, las islas circundantes y la riqueza vegetal de Komodo.
Montaña Mesa
La icónica montaña ubicada en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), es famosa por su cima plana, similar a una mesa, lo que le concede su nombre característico.
Elevada 1.085 metros sobre el nivel del mar, es considerada como una de las más antiguas del mundo con más de 200 millones de años a sus espaldas.
Su biodiversidad cuenta con más de 1.470 especies de plantas, muchas de ellas endémicas, se enmarca en el parque nacional al que le da nombre.
Sin duda, uno de los principales atractivos de los viajeros, de Ciudad del Cabo parten varias rutas de senderismo que permiten llegar a la cima.
Aunque también existe la opción de subir en teleférico o de observar desde el nivel del mar el famoso fenómeno de “mantel”, que se da cuando la cima se cubre con nubes condensadas y que tiene incluso una leyenda local.
Auroras Boreales
Es una verdadera maravilla ver el cielo nocturno cruzado de colores verdes, rosas y violetas que danzan ante los ojos es toda una experiencia.
Las auroras boreales son un espectáculo de luz natural que se forma cuando partículas cargadas del sol se encuentran con los gases de la atmósfera.
Este fenómeno suele darse cerca del Círculo Polar Ártico y en días de intensa actividad solar, pero cada vez puede verse a latitudes más bajas.
Debido a la contaminación lumínica, los mejores sitios para verlas son bosques o lugares inhabitados, como el Parque Nacional de Cairngorms (Europa).
Así como también, el Parque Nacional Abisko (Canadá) o Isle Royale (Estados Unidos), entre muchos otros.
Gran cañón
El Gran Cañón se localiza en el Parque Nacional al que le da nombre, en Colorado, este es un conjunto de cañones de diferentes edades.
Lo que lo convierte en una de las atracciones más populares de Estados Unidos.
En las profundas gargantas rocosas de este lugar se puede leer la historia geológica de millones de años.
Sin embargo, aún no se ha podido definir el origen de esta maravilla natural, aunque lo más probable es que fuesen uno o más ríos los que dibujaron este paisaje.
Con una longitud aproximada de 445 km y profundidades que alcanzan más de 1,5 km, es un destino popular para senderistas.
Asimismo para quienes quieren captar los vibrantes colores que van de los rojos pálidos a los intensos púrpuras.
Gran Barrera de Coral
Frente a la costa de Queensland, en Australia, se encuentra el sistema de arrecifes de coral más grande del mundo.
A lo largo de más de 2.300 km, la biodiversidad de este paraíso submarino se divide en moluscos, peces, mamíferos marinos y miles de arrecifes de coral.
Además de islas y formaciones donde proliferan todo tipo de especies, como la gran barracuda, el pez payaso, la almeja gigante o la mantarraya.
El papel de este enclave en la salud de los océanos del planeta es crucial, por es considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
De junio a octubre, durante la estación seca, es el mejor periodo para visitar el lugar y sumergirse en sus aguas.
Bahía de Río de Janeiro
Conocido también como Bahía de Guanabara, una de las más grandes del mundo, el puerto de Río de Janeiro se convierte en una de las 14 maravillas del Mundo.
Desde las imponentes montañas y picos que la rodean, incluido el famoso Pan de Azúcar o Corcovado, hogar del Cristo Redentor de Corcovado se puede observar unas aguas calmas frente a un vibrante puerto, que es un reflejo de la vida del país.
Esta maravilla no solo tiene una de las postales más famosas del mundo desde su teleférico, sino que también guarda años de acontecimientos históricos, incluida la llegada de los exploradores portugueses en el año 1502.
Desde un atardecer en Roca Arpoador hasta practicar ala delta desde Pedra Bonita o conocer el Forte de Copacabana, las opciones son múltiples.
Monte Everest
Quizá uno de los picos más conocidos del mundo, el Monte Everest, con sus 8.848 metros, es el punto más elevado de la Tierra.
En la frontera entre Nepal y el Tibet, es venerado por el pueblo sherpa como Chomolungma (Diosa madre del mundo) y durante muchos años ha atraído a alpinistas intrépidos.
Todos queriendo alcanzar su cima, y aunque muchos lo consiguieron, otros perecieron en el intento.
Hace unos días la hondureña Dora Raudales alcanzo el tan anhelado sueño de todo alpinista.
Su nombre real, menos famoso que el popular, es Sir George Everest, y se le concedió en honor al topógrafo británico que calculó con exactitud la altura del pico.
Algunos de los lugares más peligrosos del ascenso a este lugar son la cascada de hielo de Khumbu o el Hillary Step, pero para muchos merece la pena.
Volcán Paricutín
En 1943, de un campo de maíz del estado mexicano de Michoacán surgió de las profundidades un volcán de más de 400 metros que bautizaron como Paricutín.
Cuando erupcionó, la lava y la ceniza comenzaron a transformar el paisaje a su alrededor, destruyendo aldeas y campos a su paso y dibujando un nuevo ecosistema donde los coyotes, las serpientes y las iguanas conviven con murciélagos, roedores y algunas aves.
Para conocerlo de cerca, lo mejor es realizar una ruta de senderismo que sigue los pasos inversos de la lava.
Es una verdadera maravilla observar el efecto del volcán en diversos miradores o conocer San Juan Parangaricutiro, la iglesia que sobrevivió al volcán.

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Cataratas Victoria
David Livingstone, intrépido explorador descubrió las Cataratas Victoria en 1855.
También conocidas como “El humo que truena” por las comunidades locales, ya que su rugido causa tan grande impacto que crea incluso niebla.
Este flujo de agua salta desde el río Zambezi, entre Zambia y Zimbabwe, en una caída de hasta 108 metros y una anchura de más de 1700 metros, lo que hace que sea una de las maravillas naturales más grandes, potentes y salvajes del mundo.
Además de albergar una rica fauna gracias a la humedad y la vegetación que le rodea, es un gran punto de interés para aquellos que desean realizar deportes de aventura, como puenting o rafting.
