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domingo, abril 20, 2025

Compromiso: lo que separa a un hacedor de un soñador

Puros cuentos chinos, acostumbra escribir uno de mis mentores. Y es que, como redactor publicitario, podemos tener siempre las palabras adecuadas para la situación que se presente. Sin embargo, ese verbo puede quedarse allí, estéril, sin fruto. Allí es donde entonces dicen “solo son palabras” o bien “Construís puros castillos en el aire”

¿Sabe usted lo que separa a un hacedor de un soñador? La palabra es compromiso. Lea bien. Compromiso. Escasea hoy en día, pues no nos gusta comprometernos a nada. La gente de compromiso, tiene siempre mi total respeto.

No existe un líder, sin que sea muy comprometido. De no ser así, nadie lo seguiría. Comprometido con la causa, con su gente, con la visión, con sí mismo. Simplemente, es alguien que determinó lograr algo y nada lo detendrá hasta lograrlo. El compromiso parte del carácter, de saber que uno dio su palabra en algo y va a cumplirla.

Tuve la oportunidad de estar en una escuela de liderazgo, donde a fin de cada jornada premiaban a los destacados, con un diploma que resaltaba su mayor virtud. Nunca olvido que en ese diploma decía por mostrar un alto “Compromiso”. Lejos de creérmelo, me tocó averiguar de que se trataba eso, y, sin duda, es un estilo de vida.

Alguien que ha decidido comprometerse a algo se siente totalmente responsable de cumplir. Alguien comprometido se nota que suda la camiseta, es puntual, enfocado, prudente y sobre todo, con un alto valor de sí mismo. Para cada persona, el compromiso puede significar algo diferente. Para un boxeador, es levantarse de la lona una vez más de las que ha sido tumbado. Para un maratonista, es correr otras diez millas, cuando ya no le quedan fuerzas.

Para el soldado, es subir la colina, sin saber lo que le espera del otro lado. Para el misionero, es decir adiós a su propia comodidad, para hacer a otros la vida mejor.
Para el líder, es todo eso y más porque cada uno de los que diriges está dependiendo de él.

Un empresario, debe tener un alto compromiso con lo que desea lograr o la empresa que desea realizar, pues las adversidades son muchas y si no siente ese deseo diario de lograrlo, tarde o temprano tirará la toalla.

El compromiso siempre comienza con el corazón. Con ser honesto con uno mismo. Pues parte de ser comprometido es saber decir “No” a aquellas cosas que no podremos cumplir. El compromiso se decide antes de accionar. Siempre.

Si usted quiere aprender a ver su compromiso, vea como resulta en la adversidad. Siempre quise correr media maratón, son cerca de veintiún kilómetros, y debo reconocer que me tomó tres intentos lograrlo, tres años. Pero siempre, tenía un plan. Algo que mejorar, sabía que ese día llegaría. Y llegó.

El compromiso le abre la puerta del logro. Y es lo que separa al charlatán. El que va en serio, siempre está metido en su proceso, buscando la mejora continua, no tiene el tiempo para cosas sin sentido, pues hay una meta que lograr. La recompensa de ello siempre es el logro. Y siempre hay alguien que le pregunta ¿Cómo lo hiciste? Usted ya sabe la respuesta. Me comprometí

Piense en que áreas necesita comprometerse a mejorar. ¿Esos arrebatos de enojo? ¿Interesarme genuinamente por otros? ¿Cuidar de mi salud y hacer ejercicio? ¿Llevar mi empresa a un nivel mayor de facturación?

Todo se puede. Sí se compromete. Es lo hermoso de los voluntariados y es lo difícil también. Siempre la gente seguirá a un líder que esté comprometido, con lo que dice.

Enrique Zaldivar
Enrique Zaldivar
2050 Comunicaciones
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