La polémica sigue en la Corporación Municipal de San Pedro Sula. Ya se ha tildado de parte del actual alcalde, el señor Contreras, de “golpe de silla municipal” a lo que él alude como un movimiento subterráneo para despojarle de su investidura. No podemos tomar partido por ninguno de los involucrados (el alcalde, el vicealcalde y el titular de la Unidad Fiscal Especializada contra Redes de Corrupción -Uferco-), pues para eso está la institucionalidad. Parece que los pleitos y polémicas que se originan alrededor del señor alcalde Contreras no se van a terminar, como si se tratase de una sombra que le persigue a toda hora. Obviamente que eso tiene alguna causa.
Debemos los sampedranos hacer memoria desde la campaña y el discurso que ofreció el señor Contreras el cual fue bastante altisonante e incluso a veces soez; luego, al iniciar su gestión, se dio a la tarea de barrer calles él mismo, de dar vía en los semáforos con cruces de alto tráfico y rescatar animales maltratados. Todo lo anterior pensamos que es algo bueno, positivo y altruista que refleja el alma de un hombre bueno y solidario, sensible hasta con los animales y la naturaleza, eso es de por sí una fortaleza que tiene el señor Contreras cuando la humanidad ya ha perdido la fe ante estas cosas, en él se resaltan y es un caso único. El equívoco radica en que ya hay personal al que la ciudad paga para que realice esas tareas que él se dispone a hacer, tal vez de buena gana, pero en realidad no es su principal menester. Su perfil laboral es otro.
Uno de los más grandes aciertos, pensamos, es el apoyo que le brinda a la juventud por medio de la educación y ese ha sido el motivo principal de su viaje reciente a Alemania dado que se piensa reverdecer los laureles del Centro Técnico Hondureño Alemán, que es una institución de alto peso específico pero que ha sido abandonado y hasta burlado por diputados y el Estado de Honduras mismo. También está apoyando a otras instituciones como el Centro Honduras-Corea. Eso es digno de aplaudir y agradecer, muy a pesar que ese es su deber. Hoy le han dado un “cálido” recibimiento, al retornar del Viejo Mundo, en el seno de la alcaldía tildándolo este como un “golpe de silla municipal”, quizá parafraseando “golpe de Estado”.
Cuando se es alcalde o diputado o cualquier puesto de la administración pública siempre se debe mantener el garbo, la cautela, la asesoría de gente inteligente, humildad para escuchar para no caer en esos vacíos y peligros que tienen los puestos públicos. Cada funcionario está sometido al imperio de la ley, pero de la ley que garantiza la libertad, el desarrollo económico y la propiedad. De ahí que la fiesta después del gane post electoral se puede convertir en un recuerdo agridulce y eso por la sencilla razón de no ubicarse dentro del perfil laboral de cada quien. Zapatero a tus zapatos, o como dice el mismo señor Contreras: “Cocinero a tu cocina”.