La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha sido blanco de críticas en redes sociales tras especulaciones sobre un presuntos tratamientos estéticos. Usuarios en la plataforma TikTok señalaron cambios en su rostro, lo que ha generado un debate sobre la coherencia de su imagen con el discurso de austeridad que promueve su gobierno.
Entre los comentarios, se mencionan alteraciones en las ojeras, la frente, el volumen facial y el cuello de la mandataria.
Asimismo, sugiriendo que podría haberse sometido a procedimientos como aplicación de toxina botulínica, revitalización facial o rellenos dérmicos.
Las opiniones están divididas: mientras algunos defienden su derecho a mejorar su apariencia, otros consideran que sus acciones contrastan con los principios de sobriedad que defiende públicamente.
Hasta el momento, la presidenta Sheinbaum no ha emitido declaraciones al respecto.
»Violencia estética«
Especialistas en género y medios han señalado que este tipo de comentarios forman parte de una violencia estética que afecta principalmente a las mujeres en la política.
Se argumenta que las críticas centradas en la apariencia física desvían la atención de las capacidades y propuestas de las candidatas, perpetuando estereotipos de género y limitando su participación en espacios de poder.
En este contexto, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, denunció una campaña de desprestigio en redes sociales contra Sheinbaum, supuestamente financiada por la oposición.
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Afirmó que se han invertido al menos un millón de dólares semanales en impulsar mensajes negativos mediante cuentas provenientes de más de 50 países.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum ha restado importancia a estos ataques, asegurando que no han afectado significativamente las preferencias electorales.
En ese sentido, argumentan que la ciudadanía no se deja influenciar por campañas de desinformación.