Punta Sal, ubicada en el departamento de Atlántida, Honduras, es un destino paradisíaco que deslumbra con sus playas prístinas, exuberante vegetación y majestuosos arrecifes de coral.
Este rincón del Caribe hondureño es una joya natural que atrae tanto a turistas nacionales como internacionales, ofreciendo un sinfín de experiencias inolvidables en cualquier época del año.
Uno de los principales atractivos de la región es el Parque Nacional Jeannette Kawas, también conocido como Punta Sal.
Este santuario natural alberga un ecosistema marino excepcional, destacándose el banco de arrecife Capiro, una de las barreras coralinas más grandes del mundo, con 46 especies de coral.
Su asombrosa cobertura del 70% del suelo marino lo convierte en uno de los arrecifes más saludables de Mesoamérica, superando el promedio mundial del 23%.
Entre las especies más singulares que se encuentran en este ecosistema marino está el Cuerno de Alce (Acropora prolifera), un coral en peligro de extinción.
Sin embargo, en el sitio de buceo Prolifera Garden, esta especie es tan abundante que llega a cubrir el suelo marino en un 100% en algunas áreas.
Científicos del Centro de Investigación Marina de Tela (Tela Marine Research Center) han utilizado tecnología de ADN ambiental (ADNa) para detectar y estudiar la biodiversidad de la bahía, revelando la presencia de especies marinas difícilmente visibles a simple vista.
Además, los erizos de mar Diadema antillarum, esenciales para el equilibrio del ecosistema coralino, son abundantes en la zona. Se recomienda evitar el contacto con ellos, ya que sus espinas son venenosas.
Para los amantes de la aventura y la naturaleza, Punta Sal ofrece diversas actividades:
- Excursiones de un día a las playas vírgenes y bosques tropicales del parque.
- Avistamiento de delfines durante el trayecto en ferry a través de la Bahía de Tela.
- Caminatas por los bosques tropicales, donde es posible observar monos aulladores.
- Buceo en aguas cristalinas para explorar los arrecifes de coral.
- Relajación y disfrute del sol en la playa de Cocalito.
Desde la superficie del mar hasta sus profundidades, Punta Sal es un verdadero paraíso hondureño que combina belleza natural, biodiversidad y aventura, consolidándose como un destino imperdible para quienes buscan una experiencia única en el Caribe.